JULIO MARTÍNEZ MOLINA

CIENFUEGOS.— Cumplirá ochenta años el 25 de octubre, le falla a veces la vista y tuvo dificultades cardíacas, pero sigue escribiendo cada día, bella, noble y sencilla como una de esas flores que desprenden su fragancia sobre la luz de sus poemas.

Volver a conversar con la poetisa y narradora Lourdes Díaz Canto siempre constituye un renovado motivo de satisfacción e instante añadido de enseñanza, porque esta escritora condensa sabiduría, joie de vivre. Inspira fe; tan urgidos de ella que estamos hoy.

Las autoridades del giro literario en Cienfuegos han decidido, con mayúscula razón, rendirle homenaje durante la versión local de la Feria del Libro, dedicada, como se sabe, a Ambrosio Fornet y Zoila Lapique.

Centra en su familia, amistades y los libros las razones de su existencia. Detesta ciertas formas de vida o comportamientos actuales de parte de la sociedad cubana, como el extremo materialismo, la vanidad o el irrespeto a las normas de convivencia.

No le teme a la experiencia digital, aunque la fundadora de la UNEAC no haya poseído nunca ordenador y necesite que le trasvasen sus libros, escritos a la vieja usanza, a mano o máquina de escribir. Considera que lo importante es ejecutar dicho acto incomparable, no importa el molde, espacio o soporte; ya sea sobre la pantalla de la computadora o arriba de un pedazo de cartucho.

Bien lo sabrá quien, desde bien niña, hizo del matrimonio del lápiz con cualquier hoja de papel gestión fecunda que la llevó a publicar sus primeros poemas, a los nueve años, en el periódico cienfueguero La Correspondencia.

Le lastima mucho, eso sí, la ausencia parcial de lectura hoy día. "Es doloroso, porque el conocimiento solo puede adquirirse a través de los libros, constituye la base de todo saber. Es lo primero que te enseñan en la escuela: a leer; luego a escribir. De ahí parte la esencia de cuanto sabremos"

La autora de Locuras mías, Prohibido pasar la senda e innumerables poemas infantiles (varios de ellos recopilados en el maravilloso volumen Rehilete, papalote y carrusel), concluye un nuevo libro en coautoría con el escritor Víctor Arturo Delgado cuyo eje temático es la flor de Cienfuegos, el cual llevará por título Marilope, el pirata y otras leyendas.