Sedes - Matanzas

Ni pintor ni pelotero

VENTURA DE JESÚS

Aunque no recuerda el episodio definitivo que en sus afanes infantiles lo apartó de la pintura, se alegra de que los prejuicios de la época lo inclinaran por la pelota. Lo raro, pensándolo ahora, es que como pelotero no sería nadie más que uno más entre todos los de su generación.

El escritor matancero Jesús del Castillo ha consagrado su creación a los títeres.

Como le ha ocurrido a legiones de cubanos, con el tiempo, ni lo uno ni lo otro. Al final, el matancero Jesús del Castillo se hizo ingeniero en controles automáticos, pero tampoco pudo ir más lejos de lo que hubiera querido. Lo que a fin de cuentas le proporcionó más notoriedad fueron los libros. Le infundió particular fama su pieza teatral Pipepa, obra con la cual mereció el Premio Casa de las Américas en 1997.

De los volúmenes dedicados a los niños y jóvenes en la actual Feria del Libro, dos son de la autoría del dramaturgo matancero y corresponden a los primeros años de creación del autor.

"El volumen Teatro, de Ediciones Unión, está escrito para el teatro de títeres. De las tres piezas, una constituye un homenaje a José Jacinto Milanés, y las dos restantes abordan dilemas diversos con tratamiento orientado hacia los niños y el lenguaje titiritero".

La otra obra que comparte "Chuchi" con el público que asiste a la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012, es Comics del Barquito de Papel (propuesta de la Editorial En vivo, con dibujos de Marta María Rivera), obra que según el autor recrea a los personajes del popular programa televisivo.

Pero no devino escritor a puros golpes de suerte. El hecho está vinculado a un afecto hondo y tiene que ver con el acercamiento a la profesión de su esposa. "Me vinculo a la vida teatral matancera al conocer a Farah Madrigal, actriz y titiritera. Así se inició una vida nueva para mí, desde entonces vivo y creo para los infantes. Vivir tantos años junto a ella es estar abierto al desarrollo del teatro".

¿Alguien pudiera creer que escribir para niños es un modo de hacer estrecho, fácil?

"Escribir para niños requiere de una profundidad en el pensar y vivacidad para transmitir el mensaje; de alegría y candidez, es ser adulto sin dejar de sentir como niño¼ y eso no es nada fácil".

Con Teatro Tentempié entró definitivamente en el maravilloso mundo de los títeres. "Ese es el proyecto de mi vida artística que, como su nombre indica, vamos a mantener en pie, con recursos o sin ellos. Los títeres pueden hacerlo todo, hasta perder la cabeza y continuar caminando, y ese concepto me fascina".

¿Alguna historia sin escribir guardada en tu cabeza?

"La pelota me sigue fascinando. Pienso en un proyecto teatral inspirado en Víctor Mesa y el equipo de Matanzas. Esa suerte de delirio que hoy se vive aquí me ha removido la nostalgia por el béisbol y una serie de vivencias vinculadas a mi padre. Te confieso que renunciaría a todo por ser un buen pelotero".

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