Sedes - Santa Clara

Un lector entre tantos

FREDDY PÉREZ CABRERA

SANTA CLARA.— La alegría del rostro de aquel niño denotaba una gran satisfacción por la compra que acababa de realizar. Entre sus manitas no cabía un texto más. La Iliada, de Homero; Cuito Cuanavale, Cuidemos la Naturaleza, Patriotas cubanos, y varios cuadernos de historietas figuraban en la colección adquirida.

Su avidez era tanta que le resultaba imposible esperar llegar a casa para hojear cada uno de ellos. Sentado en el suelo, en una esquina del Salón Eco, ubicado frente al céntrico Parque Vidal de Santa Clara, husmeaba en cada detalle, en cada figura de los textos.

Contemplo el maravilloso espectáculo. De la larga lista tomó uno que le pareció interesante. Patriotas cubanos, se nombra. Sus ojos recorrieron, con la apetencia que despierta la lectura, cada uno de los renglones de la biografía de Marcos Maceo, el padre del Titán de Bronce.

Lo más seguro era que por primera vez se enfrentara a ese nombre. Tal vez no conozca aún la expresión de Martí "Maceo fue feliz porque vino de león y de leona", pero la lectura que realiza lo ayudará a comprender la magnitud de esa idea expresada por el Maestro.

Ante tanta curiosidad me acerco un poco más y es entonces cuando despega sus ojos del libro.

-¿Cómo te llamas?, le pregunto.

-Osmany Alexander Pérez Ibáñez

-¿Qué edad tienes?

-Once años.

-¿Te gusta leer?

-Sí, mucho. Leo todos los días y a cualquier hora, aunque prefiero hacerlo antes de acostarme.

-¿Desde cuándo lo haces?

-Desde chiquitico mi mamá me enseñó que no hay nada más importante que un buen libro.

-¿En qué escuela estudias?

-En la ESBU Ignacio Rolando Abreu.

-¿Qué te aporta la lectura?

-De todo. Cultura, conocimientos acerca de mi Patria y buenos modales.

Tras esas y otras preguntas estrecho la diestra de Osmany, no sin antes indagar el nombre de su madre. Se llama Marlén Ibáñez. Pienso entonces en ella, en la estrategia doméstica que la llevó a jerarquizar en el presupuesto familiar la satisfacción de la compra de libros. Y tendrá un premio: el de quien siembra amor y cultura.

Subir