Sedes - Matanzas

Con Alfredo Zaldívar, poeta y editor matancero

La impresión risográfica reanimó el mundo editorial cubano

VENTURA DE JESÚS

MATANZAS.— Alfredo Zaldívar Muñoz, director y editor de la Casa de las Letras Digdora Alonso, sede de Ediciones Matanzas, ha rehusado un poco a la vanidad personal como poeta y narrador para interceder en favor de la obra colectiva, sobre todo de los más jóvenes creadores.

Este eficiente e imaginativo editor, que se agenció los primeros soplos de fama cuando emprendió el suceso editorial que luego resultó Ediciones Vigía, garante de una estética peculiar y que según los entendidos fue un aporte al libro cubano en momentos en los que parecía que nuestras editoriales se paralizarían.

Esa coherente visión gráfica, desplegada a partir del aprovechamiento de la imaginación y la laboriosidad, le valieron algo más tarde para alcanzar reconocimiento igualmente con la salida de la Revista Matanzas. Nadie mejor que él para hablar sobre las posibilidades de la impresión en la Riso.

Pasados diez años ¿qué saldo consideras ha dejado para el país la implementación del Sistema de Ediciones Territoriales?

"Las impresiones en las máquinas Riso vinieron a reanimar totalmente el mundo editorial cubano con la aparición de nada menos que de 14 nuevas editoriales. Eso trajo como consecuencia la necesidad de empezar a improvisar sobre la marcha pues no había experiencias en muchos territorios. Aparecieron autores con obras muy valiosas, inéditas, que gracias a ese sistema se dieron a conocer. Aun cuando no es lo ideal ni el sistema de ediciones que quisiéramos desde el punto de vista material, pues trabajamos con blanco y negro, y recursos pobres en general, se trata de algo que ha probado suficientemente su efectividad".

Cómo se las arreglan escritores, diseñadores y personal artístico literario para escapar a las escasas oportunidades tecnológicas que ofrece dicho sistema?

"Hay editoriales con un trabajo mucho más rico, que han logrado salirse de la supuesta pobreza que implica la Riso y apelan a iniciativas. Es el caso, modestia aparte, de Ediciones Matanzas, que trata de buscar soluciones y subvenciones para que sus libros queden mejores. Se apela a la imaginación, a combinar la impresión Riso gráfica con la serigráfica. Eso le ha dado otra dimensión no solo a los libros sino a la Revista Matanzas. En ello ha tenido mucho que ver el aporte de Johann E. Trujillo, nuestro diseñador. Creo que al proyecto le falta mucho por hacer, como toda iniciativa humana, pero sin dudas ha sido un suceso cultural generador de riquezas en todo el territorio nacional.

¿Libros de Ediciones Matanzas en esta feria?

"Tenemos una amplia representación, tanto de literatura cubana como universal. La aspiración es contar con propuestas editoriales que satisfagan los gustos más diversos. La mujer impenetrable, de Reynaldo González, y Al Sur de mi garganta, de Carilda Oliver, para celebrar los 60 años de su publicación son algunos de ellos. Está el poemario Aún estoy vivo, del trovador Vladimir Visostky, y Aturdir las estrellas, una compilación de poesía rusa de los siglos XIX, XX y XXI. Ambos títulos fueron traducidos al español por el poeta Juan Luis Hernández Milián y rinden homenaje a Rusia, país Invitado de Honor. Estas propuestas resultan las primeras de su tipo impresas por la editorial Matanzas. Hay otros ejemplares relacionados con la investigación histórica y social, ensayos, novelas y cuentos que de seguro contribuirán a cultivar los conocimientos"

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