Vigencia de Darwin
Orfilio
Peláez
Siglo
y medio después de la publicación de su inmortal libro El
origen de las especies (noviembre de 1859), los
recientes estudios de los paleontólogos y los avances de la
genética y otras disciplinas, confieren nuevos impulsos a la
teoría de la evolución esbozada por Charles Darwin.
Así lo destacó el doctor Fidel Castro Díaz-Balart,
asesor científico del Consejo de Estado, al intervenir en el
panel dedicado al bicentenario del natalicio del gran
naturalista inglés y al 150 aniversario de la aparición de
esa trascendental obra, que organizado por la editorial
Nuevo Milenio sesionó ayer en la Sala Carlos J. Finlay, como
parte del programa académico de la XVIII Feria Internacional
del Libro.
Hoy, enfatizó, nadie duda que el mayor
legado de Darwin se halla en las numerosas investigaciones y
propuestas teóricas que han generado sus postulados, ni de
que la evolución constituye, junto a la teoría de la
relatividad, la mecánica cuántica y otros elementos
fundamentales del conocimiento, uno de los pilares básicos
de la ciencia moderna.
Participaron en el panel los doctores
Giraldo Alayón García y Manuel Iturralde Vinent,
investigadores del Museo Nacional de Historia Natural; el
doctor Pedro Marino Pruna, investigador del Museo Nacional
de Historia de la Ciencia Carlos J. Finlay; el profesor José
Altshuler, presidente de la Sociedad Cubana de Historia de
las Ciencias y la Tecnología, quienes explicaron cómo la
solidez de los planteamientos de Darwin han posibilitado que
a lo largo de 150 años su teoría haya soportado con éxito la
prueba de fuego de rigurosos escrutinios científicos de las
más diversas tendencias. |
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