Voces desde la distancia
MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu
En estos tiempos en donde algunos ponen el pie en el
acelerador para desalojar de los diccionarios palabras como
honestidad, sinceridad, y compromiso, el nacimiento de un nuevo libro
que nos recuerde que esos valores se hallan latentes en el corazón de
nuestra condición humana, más allá de cualquier época, es siempre bien
recibido entre nosotros.
El
historiador Rodríguez La O presenta el testimonio de Larry Morales (el
último a la derecha) sobre la construcción del pedraplén avileño. A su
lado, Evelio Capote, principal protagonista.
Como parte de los títulos que hablan del lugar que ya
ocupan algunos hechos recientes dentro de la historia de Cuba, la sala
Carlos J. Finlay de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, acogió el
estreno de Tirarle piedras al mar, publicado por la editorial
Ciencias Sociales.
Su autor, Larry Morales, tiende al lector una
invitación para adentrarse en la vida del combatiente del Ejército
Rebelde, Evelio Capote (quien asistió a la presentación), cuya
voluntad y capacidad de sacrificio, puestas de relieve al mando del
primer contingente del país, El Vaquerito, que construyó un pedraplén
desde Ciego de Ávila hasta sus cayos del norte, lo llevaron a
convertirse en Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Al introducir este volumen, después de un breve
recorrido a través de sus 251 páginas, el investigador Raúl Rodríguez
La O, llamó la atención sobre la forma novelada en que está
estructurada su narración, de la cual, además, se desprenden
interesantes paisajes de la flora y la fauna endémica de ese
territorio, en tanto consideró que es un cálido homenaje a los
trabajadores que lograron levantar esa obra y a Fidel Castro, "su
máximo impulsor".
En este sentido, Morales, trajo del recuerdo vivencias
que ya esperan su turno para ser leídas, tras adquirir este libro en
algunas de las librerías de La Cabaña.
"En su momento me enteré de la construcción del
pedraplén, encabezada por Capote, al frente del contingente El
Vaquerito. Me di cuenta de que esa heroicidad merecía un libro. Aunque
muchos podrían pensar que se trataba de un tema aburrido, traté de
contar la historia de una manera atractiva ante los ojos del lector.
Por eso tuve que enfangarme las botas junto con ellos, y andar por los
lugares más inhóspitos de la provincia. Todo eso me dio la poesía y me
despertó mucho más el interés por reflejar aquello en un libro. No fue
escrito con prisa, su principal propósito era plasmar lo que conocí en
la realidad, la vida de esas personas que construyeron algo que casi
parecía imposible".
Páginas de la historia de hombres anónimos que han
hecho caminos. Todavía sus voces se escuchan desde la distancia.
18
Febrero de 2008 |