Declarados culpables el imperialismo y W. Bush

Víctimas y testigos de los cinco continentes comparecieron ante el Tribunal Internacional Antimperialista

María Julia Mayoral y Ventura de Jesús Jorge Luis Baños (foto)
Enviados especiales

CARACAS, 14 de agosto.—El Tribunal Internacional Antimperialista, que durante dos días sesionó aquí como parte del XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, declaró culpables al imperialismo y en particular al presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, por los numerosos crímenes que han cometido contra la humanidad.

Fueron sancionados, entre otras razones, por las muertes, desapariciones forzosas, torturados, atentados a la dignidad plena del ser humano y sus derechos civiles, pandemias, migraciones, explotación de los trabajadores, deformación de la economía de los estados e imposición de políticas neoliberales con la complicidad de oligarquías y gobiernos nacionales.

También se les condena por el saqueo de recursos a los países subdesarrollados, por la carencia de servicios de salud, por la falta de acceso a la educación y por la guerra mediática que desatan hoy los grandes medios de comunicación al servicio del imperio.

Este órgano exige que el actual inquilino de la Casa Blanca sea inmediatamente puesto a disposición de la justicia internacional por ser responsable directo de los crímenes mencionados.

Si bien el fallo no tiene un carácter jurídico, constituye expresión del reclamo de justicia de los pueblos ante la fragilidad del orden jurídico existente, señala el fallo del Tribunal, que estuvo presidido por José Vicente Rangel, vicepresidente del Gobierno venezolano.

Por acuerdo de los integrantes del jurado, la sentencia será remitida a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al secretario de la Organización de Estados Americanos, a la organización Amnistía Internacional y a las organizaciones del movimiento obrero, juvenil y populares de todo el mundo.

En las dos jornadas del juicio, celebrado en el Poliedro de esta ciudad, la juventud mundial bombardeó con denuncias las atrocidades del imperialismo yanki. Fue un escenario en el que por unanimidad el Gobierno de los Estados Unidos nunca se bajó del banquillo de los acusados.

Testigo y víctima excepcional de las barbaridades del imperio, el mandatario Hugo Chávez dio cuenta detallada de los múltiples planes y acciones de la Casa Blanca en colaboración con la oligarquía interna de Venezuela para destruir la Revolución Bolivariana, lo que incluye los proyectos de magnicidio.

Acusó al imperialismo estadounidense de haber obstaculizado y saboteado el proyecto de Simón Bolívar durante casi 200 años; pero la acusación, dijo, sustentada con infinitas pruebas, va acompañada de un anuncio: ese imperialismo salvaje, la elite estadounidense que había logrado detener, neutralizar y destruir los caminos propios de nuestros pueblos durante tanto tiempo, será derrotado en este siglo XXI.

Según reiteró, la agresividad de Washington y de W. Bush va en aumento en la medida en que han comprendido que ya no podrán derrotar el proceso bolivariano ni por medio de golpes de Estado, paros petroleros, interrupciones chantajistas de producciones y servicios internos, ni por la vía de la guerra mediática. Ya todo eso fue puesto en práctica y derrotado.

En opinión de Chávez los peligros aumentan porque EE.UU. no se resigna a aceptar que crezcan en nuestro continente nuevas formas de integración, concebidas dentro de la Alternativa Bolivariana para las Américas. Internacionalmente, destacó, estamos obligados a diseñar la estrategia antimperialista; por eso este Festival no puede terminar con su clausura formal, debe traducirse en una gran ofensiva mundial de los jóvenes del planeta.

El terrorismo de Estado que practica el Gobierno de los Estados Unidos de América contra los pueblos de Cuba y Venezuela fue el punto de unión de todos los testimonios, pruebas documentales y evidencias fílmicas presentados ayer en la segunda y última jornada del Tribunal.

Acudieron a testificar por parte de Cuba el presidente del Parlamento Ricardo Alarcón de Quesada, cuya intervención resumió todo lo sufrido por nuestra nación a causa del histórico anhelo de EE.UU. de apoderarse de la Isla.

El Tribunal estuvo compuesto por prestigiosos juristas, escritores, economistas, líderes políticos y estudiantiles de América Latina, África, Asia y Europa. Actuaron como fiscal principal la venezolana-estadounidense Eva Golinger y en calidad de fiscal auxiliar el cubano Dyxán Fuentes.

 

   

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