Encuentro en la Casa
América
Testimonios del terror
MARÍA
JULIA MAYORAL Y RICARDO LÓPEZ HEVIA (foto),
enviados especiales de Granma
CARACAS.—"Mi padre
pertenecía a un grupo de la guerrilla en los años setenta; cayó
herido de balas en un enfrentamiento, con siete impactos en el cuerpo.
La Cruz Roja Internacional lo rescató, pero cuando lo iban a
intervenir quirúrgicamente, llegó la Brigada Blanca —los
paramilitares de mi país— y se lo llevaron a la fuerza para un
cuartel. Allí lo torturaron; le decían que todos nosotros, los
familiares, estábamos muertos; en ese estado estuvo más de dos meses".
El
joven mexicano Romeo Cartagena Rivera hace el relato en el debate
sobre el terrorismo celebrado en la Casa América, en el centro de la
capital venezolana, rodeado de otras personas que también han sido
víctimas del terrorismo —incluido el de Estado— y de delegados,
dispuestos a conocer realidades concretas de cómo se ha ejercido la
violencia extrema contra pueblos inocentes y para acabar con
movimientos revolucionarios.
Según explica Romeo, su
papá perdió la pierna, pues los paramilitares ocupados en torturarlo
dejaron que la extremidad herida cogiera gangrena. Pero después de
todo, tuvo suerte, pues lo dejaron con vida. Una suerte bien distinta,
aclara, han corrido muchos en mi país, quienes han sido asesinados y
desaparecidos.
En las intervenciones del
encuentro, jóvenes como la mexicana Elizabeth Martínez, explicaron
que el terror sigue aplicándose en sus países. Ella contó de tres
hermanos, alumnos universitarios, compañeros de estudio, quienes
fueron apresados y llevados a la cárcel sin prueba alguna; algo que,
según explicó, ha sucedido con numerosas personas, con las cuales se
podrían confeccionar extensas listas de los estragos humanos y
sociales provocados por la represión.
A esta sesión también
asistieron numerosos cubanos, entre ellos Camilo Rojo y María
Margarita, hijos de dos de las víctimas del ataque terrorista a la
aeronave de Cubana de Aviación, derribada en pleno vuelo en 1976, en
las cercanías de Barbados.
La presencia de Percy
Alvarado, quien durante 22 años estuvo infiltrado en la Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos, fue muy bien recibida por
los presentes en la sesión, quienes se interesaron en conocer sobre
los planes terroristas descubiertos por el agente de los órganos de
la Seguridad cubana.
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