Avalancha de verdades
como cimientos para la lucha
María
Julia Mayoral, Ventura de Jesús y Ricardo López Hevia (foto)Enviados
especiales
CARACAS,
9 de agosto.—Terrorismo, violación de los derechos humanos y
necesidad de construir nuevas formas de democracia, capaces de otorgar
todo el poder a los pueblos, fueron temas discutidos este martes en
los seminarios y talleres del XVI Festival Mundial de la Juventud y
los Estudiantes, con la participación de más de 15 000 delegados de
144 países.
Delegados en el teatro Teresa Carreño,
uno de los centros de debate del XVI Festival.
La denuncia contra el
terrorismo y su utilización como pretexto para intervenir y hacerle
la guerra a otras naciones se encauzó en un panel en el Círculo
Militar, en el Fuerte Tiuna, en el que Irma González, hija de René,
uno de los Cinco Héroes cubanos prisioneros en cárceles
norteamericanas, narró las atrocidades cometidas contra esos jóvenes
luchadores antiterroristas.
También habló Camilo
Rojo, quien significó las consecuencias que para él y demás
familiares de las víctimas del atentado contra el avión de Cubana en
1976, tuvo aquel infame suceso en el que murió su padre.
Juan Miguel González,
padre de Elián, relató cómo la mafia de Miami, en confabulación
con los sectores más conservadores del imperio, pretendió
arrebatarle a su hijo y montó un bochornoso espectáculo para
aprovechar con fines políticos el sufrimiento de una familia.
El delegado estadounidense
Marcial Guerra expresó emocionado su respaldo a la causa de los
Cinco, y criticó la hipocresía del Gobierno de su país, que
proclama la lucha contra el terrorismo mientras ampara a asesinos
confesos como Posada Carriles, a quien no han extraditado aún a
Venezuela pese al reclamo mundial.
Durante la discusión del
tema, Olga Salanueva leyó una carta de su esposo René González
dirigida a quienes se dan cita en el Festival para hacer causa común
por un mundo diferente. La misiva reconoce la solidaridad
internacional con los Cinco y exhorta a la juventud del planeta a
mantener la lucha contra el imperialismo.
Percy Alvarado, ex agente
de la Seguridad del Estado cubana, se refirió a los incontables actos
terroristas contra la Isla con el propósito de acabar con la
Revolución. Como consecuencia de esas agresiones, dijo, murieron 3
478 personas, más de 2 000 fueron heridas o quedaron discapacitadas y
el país sufrió daños materiales prácticamente incalculables.
Emil Calles, rector de la
Universidad Simón Rodríguez, consideró que es deber de la juventud
mundial denunciar las atrocidades que hoy se cometen. Los crímenes
contra el pueblo iraquí, ilustró, demuestran hasta qué extremos
pueden llegar el poder mediático y gobiernos autoproclamados
defensores de los derechos humanos. Necesitamos una contraofensiva
permanente, comentó.
El investigador turco
Halil Can Emre condenó entre tanto las torturas y vejaciones contra
prisioneros de guerra en cárceles ilegales como la establecida por
Estados Unidos en el territorio que también ilegalmente ocupa en
Guantánamo.
En el teatro Teresa
Carreño cientos de delegados trataron sobre democracia,
participación y papel de los jóvenes en los procesos de
transformación popular y revolucionaria. Oscar Figuera, secretario
general del Partido Comunista de Venezuela, opinó que se precisa
devolver a estos conceptos su verdadero sentido como poder del pueblo.
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