La juventud del mundo, en otra jornada de combate

MARÍA JULIA MAYORAL y RICARDO LÓPEZ HEVIA (foto), enviados especiales

CARACAS.—El patio de armas de la Academia Militar de Venezuela, dentro del Fuerte Tiuna, está repleto de jóvenes que cantan a la esperanza y a la vida. A cada momento reiteran en consignas su voluntad de Patria o Muerte. Llevan en las manos banderas cubanas y venezolanas; hay tantas que hacen pensar en un campo lleno de mariposas en primavera. Es el momento de la unificación de la delegación multinacional de Cuba al XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Ocurre casi tres horas antes de iniciarse el desfile inaugural de la magna cita internacional, en la cual participarán alrededor de 15 000 jóvenes de unos 140 países.

Unidos en un solo haz se hallan los mil muchachos llegados hace poco desde la Mayor de las Antillas, entre ellos 125 becarios de naciones africanas y de América Latina que estudian en la Isla. A ellos se suman ahora los 500 colaboradores cubanos, quienes desde hace meses prestan ayuda al pueblo de Bolívar en ámbitos como la Salud y el Deporte.

La doctora Yofaidi Pérez forma parte de esos internacionalistas. Trabaja para la Misión Barrio Adentro y le ha tocado hablar en nombre de sus compañeros. Asegura que aquí ha comprendido mejor que la vocación del revolucionario no tiene fronteras. Recuerda que los Cinco Héroes prisioneros políticos del imperio integran la delegación cubana, aunque físicamente no puedan estar aquí, pues guardan brutal e ilegal encierro en cárceles estadounidenses.

También Pedro Orlando Medina, del Buró Nacional de la UJC, sube al podio para compartir sentimientos con quienes se autoidentifican como combatientes de primera línea por la verdad y la justicia.

Solo con heroísmo y amor hacemos nuestros sueños, esos que venimos a defender en el Festival, afirma el joven, quien precisa la necesidad de cerrar filas contra el terrorismo y la guerra.

El cantautor Kiki Corona con su emblemática canción Saberse cubanos había iniciado el encuentro que fue breve, pero con la intensidad de los volcanes en erupción. De ahí, del Fuerte Tiuna, la delegación de Cuba salió en marcha hacia la Avenida de los Próceres, donde todos los delegados al Festival empezaron a reunirse a partir de las cuatro de la tarde de este lunes para asistir al desfile y al acto inaugural del evento; este último con la preciada participación del Presidente Hugo Chávez.

La Avenida de los Próceres es larga y ancha, pero sus dimensiones parecieron achicarse en la medida en que empezó a llenarse de delegados, venidos de casi todas partes del mundo. Había banderas de numerosos países, consignas que se sucedían para manifestarse contra el imperialismo y la guerra, y a favor de la paz.

Cerca de las cinco de la tarde las banderas se habían tornado un gigantesco mar revuelto, sumaban miles y eran enarboladas como símbolos de lucha y porvenir.

Dio alegría escuchar la palabra socialismo incorporada a los lemas de muchos. Parece que los tiempos de desaliento, confusión y apatía vividos tras la caída del campo socialista en Europa del Este y la Unión Soviética, van quedando definitivamente atrás. Entre tantos lemas uno se repetía: No queremos capitalismo, el socialismo es nuestro futuro.

Va cayendo la tarde, y por la Avenida de los Próceres es cada vez más difícil abrirse paso. La juventud del mundo está aquí unida, compacta, decidida a iniciar otra jornada de combate. Sobre las seis de la tarde cesan de pronto los cantos y bailes interpretados por las distintas delegaciones. Se hace silencio para entonar el himno nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Poco después comienza el desfile que durará horas. Es la antesala del acto inaugural donde todos esperaban con anhelo las palabras de Chávez.

 

   

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