Los ojos del mundo en Venezuela

La cercanía de la cita apasiona a muchos  jóvenes y al pueblo venezolano. Ese ajetreo que da gozo a quienes se ven  involucrados en su organización resulta especialmente importante para David Velásquez, presidente del Comité Nacional Preparatorio

Ventura de Jesús, especial para JR

VENEZUELA.— Este país comienza a meterse a fondo en el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. El delirio que suscita la organización de un evento de tal envergadura está a punto de desatarse.

La cercanía de la cita apasionará a muchos jóvenes y pueblo en general. Ese ajetreo que da gozo a quienes se ven involucrados en su organización resulta especialmente importante para David Velásquez, presidente del Comité Nacional Preparatorio.

Este joven venezolano atesora en su memoria imágenes muy apreciadas de anteriores citas mundiales de la juventud y los estudiantes. Admite que los festivales de La Habana y de Argelia han sido los momentos más fértiles en su vida de revolucionario.

David es un venezolano sencillo y cordial, cualidades que contrastan con su físico algo desmedido. Detrás de su aparente parsimonia se esconde un dirigente juvenil con el ineludible deber de contribuir a que el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, que tendrá lugar en Venezuela del 7 al 15 de agosto, sea un rotundo éxito.

Asume que los motivos para que el Festival sea un evento grande son múltiples, pero el más legítimo, dice, es la oportunidad de unir voluntades contra los males que acechan al mundo.

"Además de un movimiento juvenil, el Festival será de todo el pueblo venezolano, el foro de la Revolución Bolivariana, de los jóvenes del mundo que vendrán para darles continuidad a las ideas retomadas en Cuba, en 1997. Ese ánimo y espíritu de movilización de la juventud estarán presentes en la lucha contra el imperialismo, contra la guerra, por la solidaridad, la paz y la amistad. Estamos convencidos de que nuestro aporte va más allá de los jóvenes y estudiantes de aquí; va hacia la incorporación de todo un pueblo.

"Esta ocasión es particularmente importante para nosotros como nación, pues se cumple un año del referéndum revocatorio, en el que dimos una lección de autodeterminación y de defensa de nuestra soberanía. Y también para el mundo, que festeja la derrota del nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial y libra hoy una batalla contra el imperialismo y la guerra".

Explica David que para América Latina tiene un sentido peculiar, puesto que los jóvenes de la región tendrán la posibilidad de consolidar lazos de solidaridad y cooperación, justamente en una coyuntura histórica de integración y cuando estos pueblos desatan una lucha permanente contra el capitalismo y el neoliberalismo.

"Creo que es en definitiva la razón de ser de este Festival: levantar las banderas contra el imperialismo y el engendro humano que ponen en peligro la subsistencia del planeta. Es algo que inquieta a muchas personas.

"De ahí que las actividades no solo tengan carácter nacional. Ya comenzó la gira de representantes nuestros por el Cono Sur y la región andina, y a principios de junio se iniciará en el Norte y Centroamérica, el Caribe, Europa, Asia, África y el Medio Oriente. Es una última ofensiva de articulación internacional.

"Para nosotros es de mucha trascendencia. Se trata del primer evento de esta envergadura que se realiza en el país desde el triunfo de la Revolución Bolivariana. Nos representarán unos 2 500 jóvenes, además de aquellos miles que atenderán a los participantes. Pero más que el número, es trascendente la representatividad. Estarán todos los sectores y etnias: artistas, intelectuales, deportistas, trabajadores, jóvenes desempleados, campesinos e indígenas.

"Formaremos un compendio de modo tal que la juventud venezolana se vea representada en sus ideas y desarrollo más integral, pues participarán las misiones sociales, educativas, de salud y económicas.

"Las delegaciones anteriores eran resultado de la autogestión, y se organizaron en época de gobiernos que no simpatizaban con los movimientos juveniles y estudiantiles, que privatizaban la educación, la salud, el derecho al estudio. Claro, a pesar de eso la juventud se organizaba y se movilizaba hacia los festivales, y ello tenía sus resultados políticos".

Informó David que los detalles organizativos del evento se discutieron en la segunda reunión de trabajo en presencia de los comités regionales preparatorios, los que tienen a su cargo la organización de las actividades en cada uno de los 18 estados venezolanos que confirmaron su disposición a recibir delegados internacionales, sin incluir Caracas, Vargas y Miranda, los cuales serán sedes del evento.

"Las distintas delegaciones internacionales llegaran vía aérea, o a través de los puertos y entradas terrestres.

"Esperamos la participación de más de 15 000 jóvenes y eso conlleva un trabajo organizativo arduo. El Comité Presidencial y el Frente Preparatorio laboran con el fin de reducir al máximo los costos de la movilización de los jóvenes a nuestro país.

"Ofreceremos garantías a los delegados en cuanto a transporte internacional y visado. A más tardar el 15 de julio debemos tener ya en nuestras manos la información de todas las delegaciones para acelerar el proceso de acreditación. Queremos que sea lo más rápido, eficiente y sencillo posible. Trabajamos para que cuando el delegado llegue al país tenga garantizado ese procedimiento.

"El alojamiento será en instalaciones del municipio Libertador, y en el Estado de Miranda. Se presta atención, además, al transporte interno y a otros detalles para que los delegados cuenten con las mejores condiciones durante su estancia en el país".

Los esfuerzos se dirigen también a la promoción de la cita. "La campaña se encuentra ahora en una fase más activa. Realizamos el concurso de la canción y ya contamos con el tema del Festival. De igual modo se incrementa la cobertura por radio y televisión, y semanalmente chequeamos cada uno de los pormenores para establecer el máximo de prioridad".

—¿Crees que el escenario de apertura y cierre del evento pueda aportarle un aire especial al Festival?

—Así es. Por eso se decidió realizar ambas celebraciones en el Paseo de los Próceres. Entretanto, la Tribuna Antiimperialista se efectuará en el Poliedro. Otros escenarios de la cita mundial serán Fuerte Tiuna, la Universidad Bolivariana, Parque Central y el Complejo Cultural Teresa Carreño, sin descartar a instalaciones como el Parque de los Caobos, y las casas-club de América, Asia, Europa, Venezuela y Medio Oriente. Todo ello permitirá el desarrollo de actividades culturales y la realización de encuentros de diversa índole.

—¿Alguna otra precisión?

—El recorrido de la bandera por toda la nación ocurrirá entre el 5 y el 30 de julio, un día en cada estado. Cada territorio organizará actividades culturales y políticas. El mismo día 30 se abanderará a nuestra delegación, y a partir de ese instante los integrantes de la comitiva venezolana se pueden considerar en Festival.

"Previo a la cita se ofrecerán dos grandes conciertos nacionales con algunos invitados internacionales. Para quienes lleguen antes y partan después de las fechas previstas se organiza un programa alternativo que les permita alojarse, conocer más a fondo lo que es el proceso bolivariano y departir en función de sus intereses. Para que esto salga adelante contamos con los voluntarios del Festival, unos 17 000 jóvenes de todos los estados, y especialmente de la región capital".

—¿Estás seguro de que esta cita juvenil conmoverá a los venezolanos tanto como a los delegados?

—El XVI festival dejará como saldo la integración y organización de un movimiento estudiantil y juvenil que venía actuando de forma dispersa. El principal resultado será político, organizativo, ideológico, en virtud de que la juventud entienda el papel y compromiso con su tiempo y con el proceso revolucionario.

"Es la oleada de derechos y reivindicaciones de la que participan hoy los jóvenes, como las misiones educativas; la municipalización de la educación, las políticas sociales, de vivienda, medio ambiente... En otras épocas, tanto en Venezuela como en otras partes del mundo, se identificaba a la juventud como un sector de la sociedad  apático, egocéntrico, egoísta, pero no era más que el resultado de toda una campaña alienante de los medios privados al servicio de la oligarquía.

"Estoy convencido de que el Festival quedará como una constancia inolvidable en cada venezolano".

—¿Qué otras huellas deja un Festival en un joven delegado?

—Deja experiencia política, perspectivas de lucha, compromiso en su papel como actores capaces de transformar la realidad. Un evento así es muy difícil que pase como algo inadvertido en la vida de un participante. Le ofrece, sobre todo, esperanzas, esa confianza en la posibilidad de poder derrotar a los sectores que oprimen y atentan contra los intereses de la humanidad. Por eso estoy seguro de que este será, de modo muy especial, un Festival de esperanzas.

Tomado de Juventud Rebelde

 

   

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