Abanderó Fidel a la
delegación al Festival
Hay
que librar y ganar la batalla por la verdad
Avizora el Comandante
en Jefe que la cita juvenil será una gran batalla de ideas. Ricardo
Alarcón y Felipe Pérez Roque dialogaron con los delegados
María
Julia Mayoral
Si
fuera un delegado les diría a los demás jóvenes: hay que librar y
ganar la batalla de la verdad, aseguró el Comandante en Jefe Fidel
Castro, luego de abanderar ayer en el Palacio de las Convenciones a la
delegación multinacional de Cuba al XVI Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes, por celebrarse en la República
Bolivariana de Venezuela entre el 8 y el 15 de agosto.
Julio Martínez, primer
secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas
(UJC), recibió la insignia, acompañado de otros dos delegados: Irma
González, hija de René González (uno de los Cinco Héroes
prisioneros políticos del imperio) y de Jesús Delgado Lavañino
(combatiente de la Frontera, en Guantánamo).
Al acto asistieron Adán
Chávez Frías, embajador de Venezuela en nuestro país, así como
integrantes del Buró Político del Partido y familiares de los Cinco
Héroes.
Tras breves palabras
iniciales, Fidel continuó un intenso diálogo con los jóvenes: un
total de 1 000, entre los cuales 125 son becarios en Cuba,
provenientes de otras 106 naciones.
En el Festival en
Venezuela, opinó el líder de la Revolución, será necesario librar
batallas de ideas y para ello ustedes deben dar lo mejor de sí. Nunca
antes un encuentro de este tipo, consideró, ha tenido lugar en un
punto más importante: hoy en la tierra de Bolívar se desarrolla una
gran contienda; no se trata de preservar ni la independencia, ni la
justicia ni los derechos humanos, pues nada de eso existe en este
hemisferio, sino de defender derechos verdaderamente humanos que están
por conquistar.
Nada humano, nada noble,
nada digno puede haber para la inmensa mayoría de los pueblos
mientras continúe el imperio genocida, casi omnipotente, el más
rico, sangriento, tecnológico y brutal de la historia, el más hipócrita
de todos, cada vez más cruel, con el poder para hacerle más daño a
la especie humana que cualquier otro en el pasado, alertó Fidel.
A petición de Aleida
Guevara, hija del Che Guevara, el Comandante en Jefe caracterizó la
situación de los movimientos sociales en América Latina y habló de
su amistad con el Presidente Hugo Chávez. Es, confesó, la amistad
entre dos hermanos, entre dos revolucionarios verdaderamente sinceros,
entre dos hombres de Patria o Muerte, que suelen despedirse con
aquella frase de tu padre: Hasta la victoria siempre.
Como expresión de cariño,
la delegación obsequió a Fidel una pintura con la imagen de Camilo
Cienfuegos. La obra titulada El nacimiento de un ídolo fue
entregada por su autor el joven Dausel Valdés Piñeiro.
A la tierra de Bolívar,
resumió Julio Martínez, acudiremos con las luces de un ALBA que
devuelve las fuerzas a los ojos gastados de quienes cansados de mirar
al futuro, sin esperanzas, han dicho basta y han echado a andar.
También intervino en la
sesión vespertina el angolano Francisco Gerardo Lino Liatunga,
estudiante de segundo año de Sociología en la Universidad de La
Habana, quien ponderó los valores humanos que enarbola Cuba. Durante
la mañana y hasta las seis de la tarde, los delegados habían
sostenido intercambios con Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, y con el canciller Felipe Pérez Roque.