Santa Clara

Soy un soldado de la Cultura cubana

Texto y foto: José Antonio Fulgueiras

SANTA CLARA.— Yamil Díaz (Santa Clara, 1971) no quiere autodefinirse como periodista, escritor o poeta: "Me considero un soldado de la Cultura cubana; los demás, que me pongan el oficio que quieran. Yo no escribo pensando en etiquetas".

Yamil Díaz, activo escritor
y editor villaclareño.

Presentó aquí, en la XVI Feria Internacional del Libro, La guerra queda lejos, una trilogía poética de la editorial matancera Vigía, que incluye los volúmenes Apuntes de Mambrú, Soldado desconocido, y Fotógrafo en posguerra. "Cada uno de esos libros —aclara— es una pieza de un cuerpo mayor. Existe una continuidad temática y estilística entre ellos. El enlace de los tres es la guerra, pero en un sentido tan amplio y simbólico que termina siendo una metáfora de la propia vida".

—¿Diferencias entre el Yamil que escribió Apuntes de Mambrú, 1993, y el de Fotógrafo en posguerra del 2004?

—Una década de trabajo y estudio. Por supuesto, el de Fotógrafo¼ pudiera estar escrito por un "poeta más profesional", un escritor más curtido por la experiencia de los años y el ejercicio de la crítica. Sin embargo el libro que más yo quiero, de los diez que he publicado, sigue siendo Apuntes de Mambrú.

—Por algo en particular?

—Tal vez por ser aquel poeta de 21 años que ya no soy. Pienso que era más sincero o auténtico en lo que decía. La profesión te da oficio, pero a la vez un poco te va traicionando, tachando y poniendo cosas porque técnicamente son necesarias, y vas siendo menos fiel a ese impulso que al principio te llevaba a escribir.

—¿Algún molde creativo?

—Lo mismo trabajo el verso libre que la poesía rimada tradicional. Apuntes de Mambrú incluye sonetos, versos libres y dos prosas poéticas, luego Soldado desconocido es integralmente un libro de décimas y en Fotógrafo en posguerra alterno versos libres y sonetos.

—¿Tus últimos libros?

—El más reciente, Ese jardín perdido, que es un libro de testimonio, ganador del Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara del 2005 y publicado en el 2006. En él entrevisto a un grupo de grandes poetas cubanos: Roberto Fernández Retamar, Carlos Galindo Lena, El Indio Naborí, Carilda Oliver Labra y Eliseo Diego, y tengo, además, un texto dedicado a Martí.

—¿Te fascina la vida y la obra de Martí?

—Sobre él tengo publicado, también, Crónicas martianas, Editorial Capiro, 2001, el cual reeditará el Centro de Estudios Martianos para la Feria Internacional del Libro del año próximo. También escribí sobre el Apóstol un folleto de narrativa titulado Lluvia, que es un intento de conciliar dos géneros históricamente apartados, que son la biografía y el cuento para niños.

—¿Vivir en provincia?

— Siempre trae una carga de limitaciones, la capital posee una serie de ventajas a las que es difícil aspirar desde aquí. Sin embargo, creo que Villa Clara ha sido pródiga en modo y manera de promover a los escritores. Aquí ha existido un rico movimiento autoral, editorial y promocional, del que me siento parte y beneficiado. Estar en Santa Clara me ha permitido ser el editor de la revista Signos, que es para mí un proyecto emblemático dentro de la Cultura cubana.

Yamil Díaz rehúye mencionar sus principales lauros literarios: "Mis premios principales han sido recibir una carta de elogio del Indio Naborí sobre uno de mis libros de décimas, gozar de la amistad de grandes escritores cubanos como Carilda Oliver, Fernández Retamar y César López, o ir por la calle, que me pare un niño, y recite de memoria un poema mío".

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