Esas palabras, dichas en Bayamo por la poetisa Lucía
Muñoz, en la inauguración allí de la XVI Feria Internacional del Libro
Cuba 2007, caracterizan el espíritu de la mayor fiesta cultural que
acontece en el país, instalada en su capítulo final desde ayer en
ciudades de las cinco provincias orientales de la Isla.
Cinco librerías gigantes, tres de ellas en Las Tunas y
dos en Puerto Padre, fueron asaltadas virtualmente por ávidos lectores
en el primer día de feria en ese territorio. De especial interés
resultaron las publicaciones de la editora local Sanlope, presente con
veinte nuevos títulos. Un disco compacto con poemas de Pablo Armando
Fernández, musicalizados por el trovador Orlando Silverio, marcó la
jornada en Holguín.
Con la presencia de Misael Enamorado, miembro del Buró
Político y primer secretario del Partido en Santiago, tuvo lugar la
ceremonia inaugural en esa heroica ciudad. Tanto en Santiago como en
Contramaestre y Palma Soriano, los lectores disponen de 800 000
ejemplares para su adquisición a lo largo de la semana.
El primer día en Guantánamo culminó con la
inauguración del espacio Encuentro con el autor, en la sede de la
UNEAC, donde compareció Marta Rojas, Premio Alejo Carpentier de Novela
con Inglesa por un año. Los lectores podrán dialogar allí,
además, con el poeta Norberto Codina, y los novelistas Jaime Sarusky y
Alberto Garrandés.