Varios
editores convocados por la XVI Feria Internacional del Libro Cuba 2007
coincidieron ayer en reivindicar el valor cultural de una labor que en
los tiempos que corren sufre la corrosión de las políticas
neoliberales y la dictadura del mercado.
Argentinos, norteamericanos y mexicanos,
representantes de pequeñas casas editoriales, participaron en un foro
en el que deploraron carencias en la distribución y la promoción de
literatura con temas políticos, sociales y artísticos ajenos a los
patrones comerciales que privilegian los llamados best sellers
y el entretenimiento fácil. Esa situación contrasta con lo observado
en la feria cubana, donde editar, fomentar la lectura y facilitar el
descubrimiento de nuevos horizontes constituyen eslabones de una
hermosa cadena.
Ayer también hubo en La Cabaña un importante espacio
dedicado al pensamiento científico, mediante la realización del panel
Ciencia, tecnología y medio ambiente, coordinado por el doctor
Fidel Castro Díaz-Balart.
Escritores, editores y libreros argentinos, y el
público en general, acogieron con entusiasmo la presentación de obras
que resaltan entrañables vínculos históricos y culturales entre ese
país austral y Cuba: La Argentina en José Martí, del
historiador Raúl Rodríguez la O, y Cuando el Apóstol viajó a
Argentina, del escritor Raúl Valdés Vivó.