Cuentan
que mientras deambulaba hace pocas horas por una de las abarrotadas
librerías de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, quiso saber
cuáles eran los volúmenes más solicitados. Una muy joven trabajadora
social, que por estos días presta servicios en la Feria, le mostró
algunos de los libros de mayor demanda y se detuvo en uno grueso con
la tapa de un rosado subido: "Este también. Cada vez que lo sacamos,
vuela". En la portada, su título: Tinísima. Debajo, el nombre
de la autora. Algo estalló de pronto en los ojos de la mujer. Quien le
acompañaba, dijo a la joven: "Ella es la escritora. Ella es Elena
Poniatowska".
"Pocas veces he disfrutado un paisaje como este:
tantas personas contagiadas por la fiebre de la lectura", declaró la
novelista y periodista mexicana —nacida en París en 1932 de un
aristócrata polaco y una francesa de origen mexicano—, ante el
espectáculo de una Feria que mañana le dedicará un espacio con la
presentación de Tinísima (Fondo Editorial Casa de las Américas),
a las 4:00 p.m. en la sala Nicolás Guillén.
Esta novela, publicada por primera vez en 1992, le
llevó una larga década de preparación. Es y no es, a la vez, la
biografía novelada de Tina Modotti, la artista italiana, pareja de
Julio Antonio Mella en el momento en que un sicario del tirano Gerardo
Machado ultima cobardemente en México al líder comunista cubano: por
un lado, el retrato es fiel al periplo vital de una personalidad de
ardiente singularidad; por otro, fabula, especula y desata la
imaginación en una construcción polifónica de alto vuelo.
El acceso a los diarios de Edmund Weston, el fotógrafo
norteamericano que inició a su amante Tina en ese arte y la llevó a
México, y la lectura de la documentada monografía de Mildred
Constantine, Tina Modotti, una vida frágil, resultaron
detonantes. En una entrevista concedida en 1994 a la argentina
Graciela Gliemmo, la Poniatowska confesó: "Entrevisté a muchísima
gente que me contó su vida. Por ejemplo, todos los que estuvieron en
la guerra de España y me contaban su actuación en la guerra. Me
presentaron a su familia y entonces obtuve mucho más material del que
yo necesitaba".
Al ser puesta en circulación, la editorial mexicana
Era advirtió a los lectores: "En Tinísima, Elena Poniatowska da
su versión, sin juicios moralistas, y sin ocultamiento de datos, del
espíritu político y cultural de la primera mitad del siglo XX,
caótico, sectario, violento, generoso, divertido, exterminador y
creativo tal y como lo encarnó Tina Modotti. [¼
] Libro conmovedor, Tinísima apresa por igual las utopías y las
pesadillas, la sensualidad y el ascetismo, de una época hasta hace
poco reducida por el olvido a la mitología".
Para la ensayista argentina Carmen Perilli, uno de los
méritos de la novela se resume del siguiente modo: "Tina es pura
intimidad o pura exterioridad y el título remite a esa intensidad. La
extrema relación entre lo personal y lo público determina su vida. El
escándalo de su sexualidad transgresora la condena con tanta fuerza
como su militancia política. Su arte queda en un segundo plano,
colisionando con la política. La entrega del cuerpo al amor se
transformará en entrega a la causa. El cuerpo pasa de la pasión a la
acción y, en ese gesto, se niega".
No es esta la primera visita a Cuba de la Poniatowska,
pero en el tiempo que ahora lleva entre nosotros trata de recuperar
casi tres décadas de ausencia, desde que justamente vino a recabar
información para Tinísima. Como para dejar bien claras las
cosas, apenas llegó a La Habana declaró al diario mexicano La Jornada:
"Creo que la resistencia de la Revolución frente al poderío de Estados
Unidos ha sido un ejemplo muy importante. El mito famoso de David
contra Goliat. Su resistencia al consumismo voraz que quiere
homogenizar a todo el mundo, les ha enseñado a vivir con lo esencial;
eso también es un ejemplo importante".