Elena Poniatowska

Mujer de letras tomar

PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu

Cuentan que mientras deambulaba hace pocas horas por una de las abarrotadas librerías de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, quiso saber cuáles eran los volúmenes más solicitados. Una muy joven trabajadora social, que por estos días presta servicios en la Feria, le mostró algunos de los libros de mayor demanda y se detuvo en uno grueso con la tapa de un rosado subido: "Este también. Cada vez que lo sacamos, vuela". En la portada, su título: Tinísima. Debajo, el nombre de la autora. Algo estalló de pronto en los ojos de la mujer. Quien le acompañaba, dijo a la joven: "Ella es la escritora. Ella es Elena Poniatowska".

"Pocas veces he disfrutado un paisaje como este: tantas personas contagiadas por la fiebre de la lectura", declaró la novelista y periodista mexicana —nacida en París en 1932 de un aristócrata polaco y una francesa de origen mexicano—, ante el espectáculo de una Feria que mañana le dedicará un espacio con la presentación de Tinísima (Fondo Editorial Casa de las Américas), a las 4:00 p.m. en la sala Nicolás Guillén.

Esta novela, publicada por primera vez en 1992, le llevó una larga década de preparación. Es y no es, a la vez, la biografía novelada de Tina Modotti, la artista italiana, pareja de Julio Antonio Mella en el momento en que un sicario del tirano Gerardo Machado ultima cobardemente en México al líder comunista cubano: por un lado, el retrato es fiel al periplo vital de una personalidad de ardiente singularidad; por otro, fabula, especula y desata la imaginación en una construcción polifónica de alto vuelo.

El acceso a los diarios de Edmund Weston, el fotógrafo norteamericano que inició a su amante Tina en ese arte y la llevó a México, y la lectura de la documentada monografía de Mildred Constantine, Tina Modotti, una vida frágil, resultaron detonantes. En una entrevista concedida en 1994 a la argentina Graciela Gliemmo, la Poniatowska confesó: "Entrevisté a muchísima gente que me contó su vida. Por ejemplo, todos los que estuvieron en la guerra de España y me contaban su actuación en la guerra. Me presentaron a su familia y entonces obtuve mucho más material del que yo necesitaba".

Al ser puesta en circulación, la editorial mexicana Era advirtió a los lectores: "En Tinísima, Elena Poniatowska da su versión, sin juicios moralistas, y sin ocultamiento de datos, del espíritu político y cultural de la primera mitad del siglo XX, caótico, sectario, violento, generoso, divertido, exterminador y creativo tal y como lo encarnó Tina Modotti. [¼ ] Libro conmovedor, Tinísima apresa por igual las utopías y las pesadillas, la sensualidad y el ascetismo, de una época hasta hace poco reducida por el olvido a la mitología".

Para la ensayista argentina Carmen Perilli, uno de los méritos de la novela se resume del siguiente modo: "Tina es pura intimidad o pura exterioridad y el título remite a esa intensidad. La extrema relación entre lo personal y lo público determina su vida. El escándalo de su sexualidad transgresora la condena con tanta fuerza como su militancia política. Su arte queda en un segundo plano, colisionando con la política. La entrega del cuerpo al amor se transformará en entrega a la causa. El cuerpo pasa de la pasión a la acción y, en ese gesto, se niega".

No es esta la primera visita a Cuba de la Poniatowska, pero en el tiempo que ahora lleva entre nosotros trata de recuperar casi tres décadas de ausencia, desde que justamente vino a recabar información para Tinísima. Como para dejar bien claras las cosas, apenas llegó a La Habana declaró al diario mexicano La Jornada: "Creo que la resistencia de la Revolución frente al poderío de Estados Unidos ha sido un ejemplo muy importante. El mito famoso de David contra Goliat. Su resistencia al consumismo voraz que quiere homogenizar a todo el mundo, les ha enseñado a vivir con lo esencial; eso también es un ejemplo importante".

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