Colaborador del diario Clarín, de Página 12 y otros
medios, Arrosagaray, en estos días presente en la XVI Feria
Internacional del Libro Cuba 2007, se adentra en un periodo de la
fecunda existencia de un hombre pleno de talento y heroísmo, quien
combinó el quehacer intelectual y la política, la ficción y el
compromiso revolucionario.
Ese fue su compatriota Rodolfo J. Walsh (1927),
oriundo de la localidad de Choele-Choel, provincia de Río Negro.
Escritor, periodista, traductor y asesor de colecciones, dueño de una
significativa obra que recorre en especial lo policiaco, periodístico
y testimonial, entre las que destacan Operación Masacre y
Quién mató a Rosendo. Uno de los fundadores de la agencia
noticiosa Prensa Latina —creada por Jorge Ricardo Masetti—, vida
dedicada al batallar revolucionario, sellada por el asesinato a manos
de la Junta Militar (24 de marzo de 1976-10 de diciembre de 1983), que
impuso el proceso más sangriento en la historia del país austral.
Publicado en el 2004 por la editorial Catálogo y
presentado en Buenos Aires, el cuerpo del libro Rodolfo Walsh en
Cuba¼ parte del diálogo del autor con
numerosos de sus compañeros de trabajo y amigos aquí y en Argentina.
Entre ellos aparecen el notable poeta y ensayista Ángel Augier, el hoy
vicepresidente del Instituto Cubano del Libro Jorge Timossi, el
director de Granma Internacional Gabriel Molina y el fallecido
Jefe de Información de este semanario Joaquín Oramas, los periodistas
Ricardo Sáez, Roberto Agudo y los fotógrafos Miguel Viñas y Pablo
Pildaín. Entre los argentinos Reinaldo Masetti, hermano de Jorge;
Lilia Ferreira, última esposa de Walsh, y el escritor Miguel Brascó.
"Para mi hacer este trabajo fue un aprendizaje
maravilloso, una tarea de periodismo de investigación como pocas",
dijo a esta redactora Arrosagaray. Nuestro encuentro permitió conocer
cómo en la actualidad el título es motivo de charlas en universidades
de la nación sudamericana y centros culturales. "La figura de Walsh
después de 30 años de haber sido asesinado es creciente, es raro el
estudiante de periodismo en Argentina que no lo conozca, en todas las
facultades hay referencias sobre su persona".
Arrosagaray llega a La Habana con otro título:
Biografía de Azucena Villaflor, en el que desentraña la
personalidad de quien fuera la creadora del Movimiento Madres de Plaza
de Mayo, mujer —asesinada por la dictadura—que salió a la luz pública
para denunciar los secuestros y para buscar a su hijo y los miles de
desaparecidos.
Es autor también de Cordobazo (1989), Los
Villaflor de Avellaneda (1993), La resistencia y el general
Valle (1996) y Rodolfo Walsh, de dramaturgo a guerrillero
(2006). Sus libros apuntan sobre todo al género testimonial matizado
de historia y política, sin dejar de lado el ensayo, sin embargo
precisó: "Yo trato de quebrar todo eso por medio de la técnica del
reportaje, lo prefiero para llevarlo a la literatura".