Raíces resistentes, esperanza abierta

En la sala Nicolás Guillén, se presentará la primera traducción al español del libro We want freedom: el Partido Pantera Negra, de Mumia Abu-Jamal, por la Editorial José Martí

PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu

Durante más de cinco lustros, Mumia Abu-Jamal no ha dejado de crecer, de hacerse más resistente, de irradiar lucidez. A pesar de ser uno de los más antiguos moradores de las celdas del llamado corredor de la muerte, pendiente ahora del litigio entre la apelación fiscal que quiere que la Corte Suprema del estado de Pennsylvania anule la revocación de la sentencia letal aprobada por una instancia jurídica distrital en el 2001 y la de la defensa que impugna su permanencia en prisión.

Mumia Abu-Jamal.

A Mumia le prepararon una trampa. Mientras conducía en Filadelfia un taxi —único modus vivendi a su alcance luego de que su labor profesional como periodista fuera censurada—, el 9 de diciembre de 1981 recibió un impacto de bala y una brutal golpiza por parte de agentes policiales. En la escena, un policía murió. Testigos presenciales dijeron que el disparo provino de un individuo que huyó del lugar. Pero le endilgaron la muerte a Mumia; a todas luces le fabricaron la posesión de un arma de fuego. El odio racial y la intransigencia política, y la manipulación judicial hicieron el resto: el 3 de julio de 1982 fue condenado a muerte.

La verdadera "culpa" de Mumia radica en pensar revolucionariamente con cabeza propia, lo que lo llevó a militar en el Partido Pantera Negra y desarrollar un periodismo combativo desde diversas emisoras de radio.

Tantos años de prisión no han doblegado a Mumia, quien desde el corredor de la muerte permanentemente estudia y escribe. Uno de esos textos fundamentales es el que la Editorial José Martí pone a disposición del lector cubano por primera vez en lengua española: El Partido Pantera Negra (originalmente titulado We want freedom. A life in the Black Panther Party), traducido por Luis Alberto Chirino Gámez y revisado por el Equipo de Servicios de Traductores e Intérpretes (ESTI).

No por haber sido parte de la historia de la organización, el escritor se deja arrastrar por el entusiasmo. El libro no es un panfleto, sino un muy serio y objetivo ensayo que revela el origen, la acción y la ideología de un movimiento político que nucleó a un significativo sector de la población afronorteamericana en torno a reclamos emancipatorios mucho más allá del mero orden racial.

Con gran honestidad intelectual, el autor también arroja una mirada sobre las deficiencias, indefiniciones, tropiezos y desvíos en la historia del partido. Hoy se sabe que mucho tuvo que ver el Buró Federal de Investigaciones (FBI) que puso en marcha el Programa de Contrainteligencia (COINTELPRO) para destruir a los Panteras Negras y toda actividad que atentara contra las bases del sistema.

Mumia pone las cosas en su sitio equilibradamente, mediante un impresionante cotejo de fuentes y la propia experiencia testimonial. "En su esencia —escribe—, el Partido Pantera Negra era un proyecto profundamente antimperialista, un reflejo de la profunda ambivalencia que reside en los corazones de los negros y que nace de la experiencia de los africano-norteamericanos. No era más que el reflejo de una conciencia que había estado activa en la vida comunal negra durante varias generaciones". Y concluye: "El Partido Pantera Negra puede en realidad ser parte de la historia, pero no las fuerzas que dieron lugar a su surgimiento. Ellas esperan, por una razón apropiada, para surgir otra vez".

Mensaje de Mumia Abu-Jamal a los lectores cubanos

Queridos hermanos, hermanas, amigos y compañeros: Con verdadera alegría encuentro que puedo compartir esta historia con los hermanos y hermanas cubanos. Cuba, que ha inspirado a tantas personas en todo el mundo es, en muchos modos, la nación progenitora para muchos de nosotros en Occidente. ¿Por qué yo, un afronorteamericano, diría algo como esto? ¿No tendría más sentido hablar de la "revolución" norteamericana como la revolución progenitora para Occidente? Aquellos de nosotros que hemos investigado, conocemos que esta fue una "revolución" profundamente burguesa, lo que Jerry Frescia llama "una revolución de barones". La misma no extendió la libertad, a pesar de su proclama. Para millones de africanos, que estaban esclavizados antes de la "revolución", no hubo diferencia en su status civil después de la revuelta. Estos cuatro millones, una cuarta parte de la población de EE.UU, permaneció encadenada. En cierto modo, los capítulos iniciales de We want freedom están dedicados a esa historia y a la necesidad de una verdadera revolución, que tiene todavía que llegar a EE.UU. El Partido Pantera Negra es una expresión de esa fuerza social. Agradezco a mis hermanos y hermanas, por su inspiración y espero que Uds. encuentren algo útil en este trabajo, Venceremos Con amor revolucionario Mumia Abu-Jamal

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