Mandela estuvo en la lista de terroristas de los Estados Unidos hasta hace cinco años

Lunes 16 de diciembre de 2013, 13:37, Comité Cuba-Minnesota, 6 de diciembre de 2013.

Estimados amigos:

En un discurso pronunciado en la Casa Blanca, el Presidente Obama rindió tributo a Nelson Mandela, quien falleció el jueves a la edad de 95 años:

"Hoy él ha regresado a casa. Y nosotros hemos perdido a uno de los seres humanos más influyentes, valientes y profundamente humanos con quien ninguno de nosotros podrá convivir en este planeta. Ha dejado de ser un hombre de nuestro tiempo, pertenece a todos los tiempos.

"Ahora hagamos una pausa y demos gracias por el hecho de que Nelson Mandela viviera, un hombre que tomó la historia en sus manos e hizo que la curva del universo moral se inclinara a favor de la justicia".

Nelson Mandela se merecía esas hermosas palabras e incluso mayores elogios desde mucho antes de que el presidente Obama fuese electo. Pero los comentarios del presidente fueron notables, porque significaron un profundo distanciamiento de la manera en que Mandela y el movimiento anti-apartheid que el representó habían sido considerados por parte de la política exterior de los Estados Unidos.

"Hasta hace cinco años", tal y como se informaba en la mañana de hoy, "(El Señor) Mandela y otros miembros del Congreso Nacional Africano estuvieron incluidos en la lista de terroristas de los Estados Unidos por causa de la lucha armada que libraban contra el régimen del apartheid".

Washington trazó una línea implacable en lo que consideraba como los campos de batalla de la Guerra Fría, en lugares como Sudáfrica y Angola, donde en realidad se combatía contra el colonialismo y el racismo. Durante décadas, Mandela y su Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), fueron considerados como terroristas por los Estados Unidos. Esto también resultó ser conveniente para los anticomunistas de línea dura que se oponían al gobierno cubano.

Desde comienzos de la década de 1980, Cuba fue incluida en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo; castigada, en parte, por su intervención en África meridional. Esto le ha ocasionado un daño constante a la economía cubana, con las afectaciones provocadas por las sanciones que aún sufren día a día los cubanos y las compañías internacionales que realizan transacciones comerciales con su gobierno.

Hubo momentos en que la preocupación de Washington por la Guerra Fría y la presencia de tropas cubanas en Angola enrumbaban por extraños caminos. Una de las Directivas Decisorias de Seguridad Nacional del Presidente Reagan fechada el 7 de mayo de 1987 contemplaba el uso de recursos informativos para "socavar la capacidad de Cuba de desplegar tropas en Angola mediante transmisiones radiales especialmente dedicadas a Cuba a través de Radio Martí", lo cual nos hace pensar que el Consejo de Seguridad Nacional no tenía idea de que dichas señales eran interferidas y que ningún cubano podía ser afectado por la propaganda que no podían escuchar.

Las alianzas de Cuba en el sur de África tenían un significado totalmente diferente para personas como Nelson Mandela. Él calificó el papel decisivo desempeñado por Cuba en Angola como "una victoria para toda África". En un discurso pronunciado en Cuba poco después de haber sido liberado de sus veintisiete años de encarcelamiento, Mandela expresó:

"Nosotros en África estamos acostumbrados a ser las víctimas de los países que quieren repartirse nuestro territorio o socavar nuestra soberanía. El hecho de que otro pueblo se haya levantado en defensa de uno de nosotros es algo sin precedentes en la historia de África".

En ese mismo discurso, agregó:

"Nosotros admiramos los sacrificios hechos por el pueblo cubano para mantener su independencia y su soberanía ante la vil campaña orquestada por los imperialistas. Nosotros también queremos ser los dueños de nuestro propio destino".

En el mismo viaje en que Mandela visitó a Cuba en el año 1991 también visitó los Estados Unidos, donde estuvo en contacto con estadounidenses que no estaban dispuestos a canonizarlo.

Un artículo publicado a principios de este año, titulado "Cuando los Estados Unidos conocieron a Mandela", narra un mordaz intercambio que se produjo entre él y Ted Koppel, el presentador del programa Nightline, quien se cuestionó su derecho a reunirse con líderes de los "Estados villanos" como Fidel Castro, Yasser Arafat, y el Coronel Qadafi. "Ellos apoyan nuestra lucha incondicionalmente", le respondió Mandela a Koppel y prosiguió dándole una lección de gratitud y autodeterminación. "El hombre que cambie sus principios en dependencia de con quién esté negociando", le dijo a Koppel, provocando el aplauso del auditorio, "no es un hombre que pueda dirigir una nación".

Según el Miami Herald, esos comentarios "provocaron la cancelación de la bienvenida oficial que se había planificado en su honor", e hizo que cinco alcaldes cubano-americanos cancelaran su encuentro con el Sr. Mandela, en lugar de lo cual enviaron una carta en la que consideraban que sus comentarios "iban más allá de una comprensión razonable".

Mientras Mandela se acercaba al fin de sus días, al menos en Washington prevalecieron ideas más sensatas. En el año 2008, el Congreso aprobó, y el presidente George W. Bush firmó, una ley para eliminar al Congreso Nacional Africano de la lista de terroristas.

Cuba fue incluida en la Lista de Estados patrocinadores del Terrorismo por varias razones que incluían las acciones que Nelson Mandela pensaba habían conducido a su propia liberación y al fin del apartheid. El presidente difícilmente pudiera ofrecer mejor tributo al nombre y a la memoria de Mandela que la eliminación de Cuba de la lista de países terroristas. (Insight News)

  [2013/12/20/cultura/base.htm]  

 

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