MOSCÚ.— Las actuaciones del principal organismo sinfónico cubano en
el VII Festival de Orquestas Sinfónicas del Mundo, que tiene lugar
en la capital rusa, sobrepasó las expectativas de un público que
valoró atentamente las interpretaciones y premió con cálidas
ovaciones la versatilidad e integralidad de los músicos llegados de
la isla antillana.
Al presentarse este último fin de semana en la histórica Sala de
las Columnas, frente a la Plaza Roja, algunos de los asistentes
recordaron que desde hacía 26 años la Orquesta Sinfónica Nacional de
Cuba (OSN) no se hacía escuchar en Moscú.
Bajo la batuta de Enrique Pérez Mesa, la OSN convenció al
auditorio al abordar clásicos de la música cubana y latinoamericana
—Caturla, Lecuona, Roig, Mántici y el mexicano Juan Pablo Moncayo—
hasta desembocar en dos rutilantes muestras de autores
contemporáneos de la Isla: Jorge López Marín y Guido López Gavilán,
este último con su brillante Guaguancó.
Pero también la agrupación impresionó al incursionar en la música
rusa, desde la Cuarta sinfonía, de Chaikovski hasta el
exultante Vals, de Jachaturián.
Además de la OSN representaron al continente americano en el
Festival la Filarmónica de Bogotá y la Sinfónica de Houston.