Tras varios meses de prolongada sequía, Pinar del Río se adentra
en el periodo de mayor incidencia de incendios forestales, una
situación que los especialistas evalúan de "extremo peligro",
fundamentalmente en un territorio que en el 2011 vivió la temporada
de mayor actividad de la última década, con 141 siniestros, 6 119
hectáreas de bosques afectadas y un daño económico de 9,9 millones
de pesos.
Por ello, Jesús Cabrera, especialista en protección forestal del
Cuerpo de Guardabosques (CGB), asegura que "estamos en tensión, con
todas nuestras fuerzas y medios listos para el combate".
Se trata de 732 efectivos entrenados para la prevención y el
enfrentamiento de los incendios, agrupados en 64 brigadas
pertenecientes al CGB, las empresas forestales y algunas comunidades
ubicadas en zonas montañosas, y de otros 180 trabajadores
eventuales, contratados habitualmente entre los meses de febrero a
mayo para apoyar las labores en la etapa de más peligro.
Hoy la principal prioridad está en las acciones profilácticas en
la base, con los habitantes del bosque, teniendo en cuenta que la
mayoría de los incendios forestales son motivados por negligencias,
explica Cabrera.
Así lo confirman las estadísticas de los últimos años: de 328
siniestros registrados entre el 2009 y el 2011, 205 fueron
originados por el hombre.
"Principalmente por transeúntes fumadores, quemas realizadas para
la preparación de tierras, pescadores y cazadores que se adentran en
las zonas boscosas y vehículos automotores que transitan sin
matachispas por caminos y carreteras", puntualiza el especialista.
Una tendencia que se mantiene en el comienzo del 2012 (de un
total de nueve incendios, seis han sido por negligencias) y que
equivale a tirar millones de pesos al fuego, dañar ecosistemas y
contaminar el medio ambiente, debido a la actuación de personas
irresponsables.