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(1 de septiembre de 2006)
El Plan Bush y el mito de la
transición pacífica
JORGE LEZCANO PÉREZ Miembro del Comité Central
del Partido
En octubre del 2002, Adolfo Franco, un norteamericano de origen
cubano, que ejerce el cargo de subadministrador de la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), al hablar
en el seminario sobre la transición en Cuba, organizado por la
Universidad de Miami, diría:
Momento
en que el presidente aprueba el engendro contra Cuba.
"(...) Deseo proponer maneras en las que todos podemos trabajar
juntos como estadounidenses para apoyar al Presidente George Bush,
al Secretario de Estado Colin Powell, al subsecretario Otto Reich,
al administrador de la USAID Andrew Natsio y al resto del equipo
estadounidense encargado de ayudar a planificar una transición
pacífica en Cuba". Este sujeto, al hablar sobre el mismo tema
expresaría públicamente el 4 de octubre del 2003: "(...) Queremos
que ese cambio sea pacífico y ocurra pronto. Como podemos observar,
en esta oportunidad, de manera sutil, agregaría a la idea del cambio
pacífico, la necesidad que `ocurra pronto"'.
El carácter "pacífico" quedaría como engañosa retórica, cuando el
señor Colin Powell explicó en la presentación del Plan: "El
Presidente Bush formó la Comisión estadounidense de Ayuda a una Cuba
Libre con el fin de analizar formas de ayudar a acelerar y hacer más
fácil la transición de Cuba a la democracia".
El propio Bush se encargaría, en ese mismo acto, de precisar
claramente la esencia de la estrategia que realmente se escondía en
la cortina de humo de la propaganda que hasta ese momento estuvieron
utilizando, al expresar: "Es una estrategia que dice que no estamos
esperando el día de la libertad cubana; estamos trabajando por el
día de la libertad de Cuba".
Otro de los halcones del equipo fundamentalista de la
administración norteamericana, Roger Noriega, secretario asistente
de Estado para el Hemisferio Occidental, confirmaría lo dicho por
Bush al declarar en marzo del 2005 "(...) Estamos proporcionando
ayuda activa, robusta y sin precedentes para una expansión
dramática". Recordemos que este mismo señor ya había dicho en enero
del 2004 que este proceso (el de la transición) debía hacerse de
"manera ágil y decisiva para evitar que los compinches de Castro
puedan llevar a cabo la sucesión".
Esta burda maniobra de tratar de ocultar los planes de una
agresión militar a nuestro país tras la máscara de una gran campaña
de desinformación sobre el contenido del plan de la Comisión para
Asistir a una Cuba Libre, fue enjuiciada por un grupo de expertos
norteamericanos integrantes de Diálogo Interamericano en Carta
abierta dirigida al Secretario de Estado Colin Powell, en septiembre
del 2004:
"(...) Muchas secciones del informe incluso parecen prever que
habrá violencia"... "(...) Algunas de las recomendaciones contenidas
en el informe, de llevarse a cabo, bien podrían incrementar la
posibilidad de la violencia y disturbios sociales en Cuba durante un
período de transición"... "(...) El capítulo `Establecimiento de las
Instituciones Democráticas' contempla una larga lista de
funcionarios que deben ser castigados, o, en las propias palabras
del informe, contra quienes se buscará `venganza' entre ellos `altos
oficiales del Partido Comunista, el gobierno, las organizaciones de
masas, y especialmente la policía y los servicios de seguridad'. El
mismo informe reconoce que estas acciones pueden resultar difíciles
y aun desestabilizadoras".
Uno de los firmantes de la carta, William D. Rogers, ex alto
funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, señaló
que las recomendaciones de la Comisión son "aterradoras"... "Pero la
omisión de la palabra `pacífico' tanto en la introducción de Powell
como en el documento de la Casa Blanca, es el aspecto `más explosivo
de todo"'.
Al señalar que eran correctas las preocupaciones expresadas por
los autores de la carta, Wayne Smith, ex jefe de la Sección de
Intereses de Estados Unidos en Cuba, declaró: "No creo que Estados
Unidos se esté preparando para invadir a Cuba... Pero la manera en
que está escrito el informe, es un anteproyecto para una ocupación
estadounidense".
La historia de la política de Estados Unidos hacia Cuba está
llena de falsedades y mentiras.
En 1848, en sesión del Senado norteamericano, John C. Calhoun,
quien fuera Secretario de Estado, declaró: "Hay casos de
interposición en que yo acudiría al recurso de la guerra con todas
sus calamidades. ¿Si me pregunta cuál es uno de ellos? Pues
responderé. Designo el caso de Cuba".
Otro Senador estadounidense, Pierre Soulé, durante el debate en
el Congreso sobre el Compromiso de 1850, propugnó la anexión de
Cuba. El argumento que expuso fue: "(...) puesto que era imposible
comprarle Cuba a España, se hacía necesario su anexión por medio de
la conquista, aunque esto implicara una guerra con España".
Quizás una de las acciones más encubridoras y engañadoras para
ocultar las verdaderas intenciones de su política anexionista sobre
Cuba haya sido la Resolución Conjunta aprobada por el Congreso de
los Estados Unidos el 19 de abril de 1898.
En su libro La Expansión Territorial de los Estados Unidos,
Ramiro Guerra pone al desnudo el maquiavélico plan que se escondía
en esta aparente noble Resolución, y lo explica de esta manera:
"(...) A finales de 1899, los planes de la Administración de
McKinley comenzaron a revelarse"... "(...) En su mensaje anual del 5
de diciembre del mismo año, McKinley alarmó a los cubanos
partidarios de la absoluta independencia, con la declaración de que
`la nueva Cuba que se levanta de la ruinas del pasado, debe
necesariamente, estar unida a nosotros por lazos de singular
intimidad y fuerza'" ... "(...) Los lazos de unión —decía el
Presidente— serán orgánicos o convencionales, pero los destinos de
Cuba están de forma y manera legítimas irrevocablemente unidos a los
nuestros"...
Estos planes de apoderarse de Cuba, aun al costo de muerte y
destrucción, continuaron fraguándose por diferentes administraciones
norteamericanas desde los primeros años del triunfo de la
Revolución, aunque ahora de manera más secreta, como el "Programa de
Acción Encubierta contra el Régimen de Castro —ya desclasificado—
aprobado por el presidente Dwight D. Eisenhower, y el conocido como
`Proyecto Cuba', presentado el 18 de enero de 1962 por el general de
brigada Edgard Lansdale a las más altas autoridades del gobierno de
Estados Unidos y al Grupo Especial Ampliado del Consejo de Seguridad
Nacional de ese país, conteniendo 32 tareas de guerra encubierta que
debían ser efectuadas por los departamentos y agencias participantes
en la llamada Operación Mangosta.
En ese propio año 1962, bajo el título de "Pretextos para
Justificar la Intervención Militar de los Estados Unidos en Cuba",
la Oficina del Secretario de Defensa sometió a la consideración de
la Junta de Jefes de Estado Mayor un paquete de medidas de
hostigamiento que tenía por objetivo crear las condiciones para
justificar la intervención militar en nuestro país. Entre las más de
20 medidas consideradas estaban las siguientes:
· "Pudiéramos hacer
volar un barco norteamericano en la bahía de Guantánamo y culpar a
Cuba."
· "Pudiéramos
desarrollar una campaña terrorista cubano-comunista en el área de
Miami, en otras ciudades de la Florida y en Washington. La campaña
de terror podía estar encaminada contra los refugiados cubanos que
buscan asilo en los Estados Unidos."
· "Pudiera simularse
una expedición `desde territorio cubano y apoyada por Castro'
`contra una nación caribeña vecina de Cuba'".
· "Es posible crear un
incidente que demuestre de manera convincente que un avión cubano
atacó y derribó a un avión civil arrendado que volaba desde los
Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela."
· "Los pasajeros
pudieran ser un grupo de estudiantes universitarios o cualquier otro
grupo de personas con intereses comunes como para arrendar un
vuelo."
· "Es posible fabricar
un incidente en el que aparezca que aviones Mig cubano-comunistas
han derribado un avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos
sobre aguas internacionales producto de un ataque no provocado."
Estos hechos históricos, del pasado y del presente, en relación
con Cuba y los falsos pretextos utilizados para agredir a otros
países del mundo como los latinoamericanos, Viet Nam, Afganistán e
Iraq, demuestran que cuando los gobernantes de Estados Unidos hablan
de paz están realmente preparando o ejecutando acciones de guerra.
No resulta necesario ser un especialista en estrategia militar y
de acciones de guerra para reconocer que todas las medidas
detalladas en el Plan Bush solo pueden ser ejecutadas por un
gobierno de ocupación, después de haber destruido el país con su
gran poderío bélico.
De qué otra manera pueden lograr los siguientes objetivos:
· "Como prioridad
inmediata, el gobierno de Estados Unidos ayudará a establecer una
fuerza policial civil realmente profesional y ofrecerá asistencia
para su entrenamiento técnico por parte del Departamento de Estado,
quien tendrá la responsabilidad de su total organización y dirección
política."
· "Procesar a los ex
funcionarios y miembros del gobierno, del partido, de las fuerzas de
seguridad, de las organizaciones de masas y otros ciudadanos
progubernamentales, quizás también a muchos miembros de los Comités
de Defensa de la Revolución. La lista pudiera ser larga."
· "El gobierno de
Estados Unidos establecerá una estructura para dirigir la devolución
de las propiedades, la Comisión para la Restitución de los Derechos
de Propiedad, para acelerar este proceso."
Pero si aún quedaran dudas al respecto, estas se despajarían de
inmediato al examinar con sentido lógico tan solo algunas
interrogantes.
Digamos, si el Plan Bush está previendo abrir escuelas que hoy no
están cerradas, traer a Cuba maestros voluntarios que no se
necesitan, organizar programas para recapacitar a maestros y
profesores que poseen una altísima calificación para ejercer el
magisterio, lo es, sin duda, porque el gobierno norteamericano está
convencido de que sus agresiones militares producirán tal desastre
en el sistema educacional que requerirán de esas medidas para
remediarlo.
¿Por qué se necesitará de un servicio central para adoptar niños?
Por la evidente razón de que miles de ellos perderán a sus padres
como consecuencia de las acciones de guerra del ejército
norteamericano.
Igualmente, se puede deducir que solo un Procónsul militar, al
frente de un gobierno de transición, impuesto por tropas
norteamericanas de ocupación, se plantearía la necesidad de vacunar
a niños que ya lo están, y tendría la facultad de ejecutar las
decisiones de Washington sobre las reclamaciones de viviendas,
escuelas, hospitales, fábricas, etc., que hoy son propiedades del
pueblo y del Estado cubanos.
Cuando se trata de poner al descubierto la manera en que la
Administración de Bush pretende encubrir sus planes de guerra contra
Cuba es importante recordar que el principal pretexto para agredir e
invadir a Iraq fue que el país poseía armas de destrucción masiva.
Además de utilizar ese mismo argumento contra nuestro país, ha
agregado muchos otros, por ejemplo: que damos refugio a terroristas
y promovemos el terrorismo, colaboramos con el narcotráfico,
auspiciamos la emigración masiva e ilegal, toleramos el turismo
sexual de menores, ejercemos la discriminación religiosa y violamos
sistemáticamente los derechos humanos, todos los cuales son
considerados hechos que afectan la seguridad nacional de los Estados
Unidos y, por tanto, suficiente uno solo de ellos para justificar y
desencadenar una guerra contra nuestro país.
Al analizar recientemente las medidas adicionales al Plan Bush,
contenidas en el informe presentado en esta ocasión por la
secretaria de Estado Condolezza Rice, y el secretario de Comercio
Carlos Gutiérrez, el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo
Alarcón, señaló:
"(...) El texto publicado ahora no se aparta ni un milímetro del
Plan Bush"... "(...) Antes de exponer las `medidas adicionales', las
que hace públicas, el informe dice que existen otros contenidos en
un anexo que permanece secreto por `razones de seguridad nacional' y
para asegurar su `efectiva realización'. Y el Presidente de la
Asamblea Nacional se pregunta: "(...) ¿qué es lo que a estas alturas
tienen que ocultar con el máximo secreto? ¿Qué esconden por razones
de seguridad nacional y efectiva realización? "(...) ¿Más ataques
terroristas? ¿Nuevos intentos de asesinato contra Fidel? ¿La
agresión militar? Tratándose de Bush y sus compinches cualquier cosa
es posible." (Continuará)
Antecedentes del
Plan Bush
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