(7 de junio de 2006)

Somalia

Injerencismo y caos

ARNALDO MUSA
musa.amp@granma.cip.cu 

La derrota del grupo apoyado por Estados Unidos que pretendía controlar Mogadiscio, la capital somalí, sin duda es un golpe a quienes no escarmientan por el descalabro que sufrieron allí hace 13 años.

Los combates son frecuentes en Mogadiscio.

El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, había admitido que Estados Unidos estaba "cooperando" con varios líderes somalíes para impedir que "terroristas" se instalen en el país, de ahí el bautizo del grupo con el pomposo nombre de Alianza Antiterrorista y de Restauración de la Paz.

El Gobierno Federal de Transición somalí, apoyado por la Unión Africana y reconocido internacionalmente, calificó de mercenaria a la Alianza, la cual, a pesar de su poderío bélico, no ha podido vencer en Mogadiscio, la capital, a uno de los grupos islámicos rivales, que controlan la tercera parte del país, y que ahora muestra su disposición a dialogar con el gobierno interino, instalado en la ciudad sureña de Baidoa.

Somalia ha vivido inmersa en el caos desde enero de 1991, cuando los jefes de clanes tribales derrocaron al dictador Mohamed Siad Barré, y dominan desde entonces el territorio mediante la ley del más fuerte.

No hay que olvidar que Estados Unidos armó a Barré y lo alentó a lanzarse contra Etiopía, donde fue derrotado gracias a la ayuda internacionalista cubana.

Cuando Estados Unidos envió a los marines, en diciembre de 1992, lo primero que hizo fue tratar con los llamados señores de la guerra. El desembarco fue planificado para un poco después de que se celebraran elecciones. La historia oficial es que fue decidida a finales de noviembre, cuando George Bush padre vio unas estremecedoras imágenes por televisión. Pero, de hecho, periodistas estadounidenses observaron en Baidoa, a principios de noviembre, a oficiales de marines vestidos de civil, explorando la zona y planeando dónde iban a establecer su base.

El reconocido investigador norteamericano, Noam Chomsky, escribió entonces: "Ya se podían enviar a 30 000 marines. No habría mucho combate, porque la lucha no entraba en los primeros planes... Bush tenía la posibilidad de hacerse la foto y dejar al siguiente (Clinton) que afrontara los problemas que se iban a plantear más tarde. Nadie se preocupaba por lo que pasaba en Somalia. Si la cosa salía bien, estupendo, aplaudirían, nos besaríamos unos a otros, y nos desharíamos en autoalabanzas. Si se convertía en un desastre, bueno, tendríamos que actuar como en otras intervenciones desastrosas".

Las cosas no le salieron bien al imperialismo, y muchos marines fueron muertos y arrastrados por las calles de Mogadiscio, por lo que tuvieron que marcharse de una nación aún en guerra interna, que ya causó medio millón de muertos y no la han podido detener 13 procesos de paz, ni la intervención de la ONU, ni la ya mencionada política injerencista de Estados Unidos.

Según la página web de la Agencia de Información Solidaria, en Somalia no existen colegios ni hospitales públicos y las pocas infraestructuras que quedan son privadas, y están lejos del alcance de la mayoría de la población. Naciones Unidas apunta que solo hay un 13% de alfabetización, apenas el 15% de los niños en edad escolar van al colegio y la esperanza de vida es de unos 42 años... si no se es asesinado antes.

   

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