(21 de abril de 2006)

Viet Nam: el salto de tigre

ORLANDO ORAMAS LEÓN

La típica imagen de la humilde vietnamita doblada sobre el anegado campo de arroz, con su sombrero cónico, se presenta al visitante apenas salir del aeropuerto internacional de Hanoi.

Viet Nam entre la tradición y la modernidad.

Pero si bien es recurrente y explica la laboriosidad de ese pueblo, ya no es solo la realidad de un país que dio un salto de tigre en los últimos 20 años y se propone metas más que ambiciosas en el poco tiempo que resta para el 2010.

Solo basta adentrarse en el bullicio de sus urbes, entrevistarse con dirigentes políticos y de gobierno, con empresarios o hablar con la gente común para comenzar a conocer al Viet Nam de hoy, que es, además, el mismo de siempre en su amistad con Cuba.

Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh, las dos ciudades más importantes y populosas, entre otras visitadas recientemente, resultan una cara bien expresiva de los cambios ocurridos en la tierra que perdió a millones de sus hijos y cuya infraestructura resultó seriamente dañada por la guerra impuesta por Estados Unidos.

Los cambios incluyen, por citar algunos, la presencia de inversionistas y negocios incluso con el enemigo de antaño, como parte de una política de pasar la hoja, pero no olvidar, algo imposible ante las heridas aún vivas en los huérfanos, viudas, mutilados y las víctimas del Agente Naranja.

Y la referencia a aquel sangriento conflicto, que devino humillante derrota para la mayor potencia militar del planeta, es imprescindible para aquilatar los avances del pueblo vietnamita, que ha tenido siempre la firme conducción de su Partido Comunista.

Solo algunos datos de referencia: Viet Nam hace apenas unos años importaba arroz, vital para su dieta. Hoy exporta cinco millones de toneladas, el segundo a nivel mundial.

Son primeros en la exportación de pimienta, semilla de marañón, se suman además rubros como el café, cacao y caucho. Prácticamente han logrado la autosuficiencia alimentaria. Produjeron además el pasado año 20 millones de toneladas de petróleo, avanzaron mucho contra la pobreza y su economía registró un promedio de crecimiento sostenido del 7,5%.

La inversión extranjera rebasa los 40 000 millones de dólares y sus exportaciones rondan los 32 000 millones, de los cuales la séptima parte va al mercado estadounidense, con fuerte peso en los textiles y el calzado.

En el campo predominan los cultivos de arroz, pero también se diversifica la producción y en provincias que antes eran eminentemente agrícolas la industria agroexportadora y el comercio cobran nueva vigencia.

Hoy el país ensambla diversos tipos de vehículos, además de enseres domésticos, computadoras, televisores, y los parques industriales se multiplican con inversiones de Japón, China, Corea del Sur, India, Malasia, Singapur, entre otros países.

En el campo petrolero las potencialidades son prometedoras, luego del camino desbrozado desde que en 1987 se descubrió el primer yacimiento marino denominado Tigre Blanco.

El Partido Comunista de Viet Nam (PCV) celebra por estos días su décimo congreso para evaluar el proceso de renovación, que ha marcado la vida nacional durante las últimas dos décadas.

La esencia económica de la renovación consiste en construir una economía multisectorial de mercado, en la que el segmento público juega el papel principal, con mecanismos de mercado y control del Estado mediante leyes, planes, políticas y otros instrumentos.

La cara visible son los grandes edificios y nuevos barrios que surgen en la capital y la antigua Saigón, las nuevas empresas nacionales y extranjeras, las fábricas y parques industriales que dan empleo a miles de personas, las cifras de la macroeconomía y las ofertas al consumidor que recuerdan a otras latitudes. No son las únicas transformaciones.

Pero el PCV también se preocupa por fortalecer el trabajo ideológico ante rasgos negativos que han acompañado al proceso, incluido el enriquecimiento ilícito y la corrupción, con casos ejemplarmente sancionados, amén de discusiones teóricas sobre la coyuntura actual y el futuro, que animaron los plenos preparatorios al foro partidario.

Será sin duda un congreso trascendente, con numerosas metas fijadas para el 2010, y otras para el periodo posterior, cuando Viet Nam, de seguro, habrá cosechado nuevas victorias.

   

SubirSubir