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Pasaje histórico del bloqueo a Cuba Aquel anuncio de Nixon NICANOR LEÓN COTAYO
Exceptuaron los alimentos y las medicinas, "por razones humanitarias", aunque desde 1959 ya trataban de impedir que la Isla adquiriese recursos para comprar esos y otros productos. Correspondió a Richard Nixon, entonces vicepresidente, anunciar ese paso con anticipación, y el pretexto lo remitieron aquella vez a la nacionalización de empresas estadounidenses ocurrida 10 semanas atrás. En febrero de 1960 las autoridades norteamericanas retiraron a los inspectores que habían situado en Cuba para avalar las frutas y hortalizas destinadas a su mercado, por lo que después de hacerlo, cuando llegaban a Estados Unidos, las de insuficiente calidad se perdían totalmente. Casi al mismo tiempo el Departamento de Comercio decidió suspender toda venta de helicópteros a La Habana, sin exceptuar los destinados a granjas de producción agrícola. Desde mayo de aquel mismo año comenzaron a disminuir los barcos mercantes norteamericanos que habitualmente llegaban a la capital cubana, pues en lugar de arribar cada semana lo hacían cada 15 días o más. De esta manera el frenético ajetreo de Washington para recuperar a su antigua neocolonia cubana, aceleró el proceso revolucionario iniciado en la nación caribeña. El 6 de agosto de 1960, en La Habana, Fidel Castro anunció la nacionalización de centrales azucareros, una compañía de electricidad y otra de teléfonos, más empresas petroleras. Todo hasta ese momento propiedad de estadounidenses. A fines de septiembre, el Departamento de Estado recomendó a los ciudadanos del país "no viajar a Cuba", tres meses y medio después ya fue necesaria una autorización especial para hacerlo y 39 años más tarde convirtieron la prohibición en ley. El 13 de octubre la Isla nacionalizó, entre otras muchas entidades, los bancos, ingenios azucareros, fábricas textiles, empresas de ferrocarril, molinos arroceros y tiendas por departamentos. Así, terminaron por sentarse las bases económicas del Socialismo en el país. Ciento veinte horas después, el vicepresidente Richard Nixon declaró que las autoridades de la Casa Blanca "tomarán rápidas medidas contra el Gobierno cubano a partir de mañana". Así fue. El 19 de octubre el Departamento de Comercio de Estados Unidos prohibió las ventas de gran variedad de mercancías a Cuba y solo dejó al margen de ello, hasta 1964, los productos medicinales, así como algunos suministros médicos. En un comunicado agregaba que la política del Departamento sería negar toda otra clase de solicitud para embarcar otro tipo de mercaderías a ese país, en aras de mantener "la vigilancia necesaria para la seguridad nacional". Un vocero del Departamento de Estado, Joseph Reap, declaró entonces que la medida de embargo sobre las exportaciones a la Isla fue comunicada con anterioridad a las cancillerías de otros países sin pedir opinión y "adoptada con carácter unilateral". Según el discurso oficial de Estados Unidos, el bloqueo a este país se inició el 3 de febrero de 1962, pero en realidad había empezado con mucha anticipación. ¿Por qué el sostenido interés norteamericano en repetir esa falsedad? Debido, principalmente, a que 72 horas antes de esa fecha, y en medio de un grotesco espectáculo, hizo que una débil mayoría de la OEA separara a Cuba de sus filas. Enarbolando esa decisión "colectiva", prohibieron hacerle compras a la Isla, y esto unido a la decisión del 19 de octubre de 1960, o sea, suspenderle casi todas las ventas, cerró en lo fundamental la conformación del cerco. Todo ello acompañado por frenéticas gestiones para que sus aliados de la OTAN y de otras regiones se incorporaran a su política contra La Habana, hecho aún más demostrativo del carácter de bloqueo y no de embargo que marca a este comportamiento. Esos episodios quedarían pálidos respecto a lo que vendría después, pero en lugar de empujar a la inmensa mayoría del pueblo junto a sus enemigos —como planearon—, la distanciaron aún más de ellos y la abrazaron para siempre a este Socialismo. |
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