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¿Se hizo un buen trabajo casa por casa? Actualización del registro de electores Juan Marrero
Según la Ley Electoral, el Registro se organiza en cada municipio. En ese documento se inscriben todos los ciudadanos con capacidad legal para ejercer el derecho al sufragio. Ninguno puede ser excluido del Registro que le corresponde ni ninguno puede ser incluido en más de un Registro.
Como toda obra humana, la confección de los registros no es perfecta. Han nacido muchos de ellos con errores en los nombres y apellidos de los electores o en los números de los carnés de identidad, o aparecen electores que han cambiado de domicilio, emigrado o fallecido, o donde faltan jóvenes que acaban de arribar a los 16 años de edad y tienen derecho al voto. En fin, hay un diverso número de causas que determinan enmiendas, exclusiones o inclusiones, altas y bajas. El Registro, pues, ha requerido una permanente y periódica subsanación, es decir actualización, desde su paso inicial, las listas de ciudadanos entregadas por los CDR a las comisiones de circunscripción, hasta el mismo día de las elecciones. Se trata de una de las tareas más complejas que enfrentan las autoridades electorales en sus distintos niveles: circunscripción, municipio, provincia y nación. Aunque vale aclarar que la única autoridad facultada para realizar cualquier movimiento en el Registro es la Comisión Electoral Municipal. Y esa facultad, según dispuso la Comisión Electoral Nacional en el actual proceso —el undécimo desde la institucionalización del país—, la ejerce el Vicepresidente de cada Comisión Electoral Municipal, sin perjuicio de la responsabilidad del Presidente respecto a esta atribución. La actualización no es una tarea fácil, pero se ha logrado descubrir que el trabajo casa por casa es lo que permite tener un registro bien cercano a la realidad. A la vez, confiar en que la responsabilidad y conciencia de los electores los acerque, en las pocas horas que faltan para las elecciones, a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, a los registros expuestos en los colegios para comprobar si están en ellos o si hay algún error, inclusión o exclusión que requiera subsanación. Siempre, por supuesto, van a existir situaciones que determinarán que el día de las elecciones haya un número de electores que no aparezca en el Registro expuesto en su colegio, y tenga el derecho a votar. O de otros que sea necesario proceder a su exclusión. Por ejemplo: alguien que según la información recogida en la circunscripción estaba en el exterior y no regresaría hasta después de las elecciones, pero lo hizo imprevistamente el día anterior. Ese elector tiene todo el derecho a votar. Y así hay muchos casos particulares. El movimiento de linieros, carpinteros o constructores que en estos días se da desde distintas provincias hacia Pinar del Río, en gesto de honda solidaridad humana, puede producir inclusiones en registros de colegios pinareños y exclusiones, por supuesto, en registros de los lugares de donde proceden esos electores. Hasta el pasado 9 de octubre,
el número total de electores actualizados era de 8 millones 219 951. Eso
significa 118 046 |
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