Por qué el atletismo es el Rey

ENRIQUE MONTESINOS

Muy reciente, el senegalés Lamine Diack, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF, siglas en inglés), dijo que a la marcha deportiva no era tan fácil sacarla de los Juegos Olímpicos.

El mexicano César Moreno, integrante del Consejo de la IAAF, fue más "agresivo" este miércoles: "Sin marcha, tampoco habría otras disciplinas atléticas en los Juegos Olímpicos porque la caminata es `inseparable' del programa de atletismo".

Independientemente de los tonos, de lo que podría interpretarse como veladas amenazas, o no, lo cierto es que el atletismo, ya sea en los Olímpicos o en cualesquiera de los Juegos multideportivos que existen en nuestro globo terráqueo, constituye el plato fuerte desde que se iniciaron y no por gusto es denominado como el deporte Rey.

En los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que son los que el movimiento deportivo cubano tiene a las puertas, del 23 de noviembre al 7 de diciembre, el atletismo es uno de los pocos deportes (béisbol, baloncesto, natación y tiro completan un quinteto) que se han celebrado en las 18 ediciones anteriores.

Pero todavía más importante es el hecho de que las acciones en la pista y el campo han repartido en los 76 años de existencia de los Juegos nada menos que un total de 1 746 medallas de los tres colores, cifra que equivale al 18% de las entregadas (9 763). Quiere decir que prácticamente se entrega una presea en atletismo cada cinco que se reparten en todos los demás deportes.

Por supuesto que el atletismo goza de esta preponderancia por su característica de deporte individual. En la tabla histórica de medallas en los Juegos Centro-Caribe, podrá apreciarse cómo son los deportes individuales los que están a la cabeza en premios y aun aquellos tan nuevos en el programa, como el taekwondo, apenas celebrado en los Juegos de México'90, Ponce'93 y Maracaibo'98, tiene ya entregadas muchas más medallas que deportes colectivos fundadores, como el baloncesto y el béisbol, o el voleibol, cuya presencia se hizo efectiva desde la segunda edición de La Habana'30.

Y ni se diga del tiro con arco, con solo cinco presencias en el programa de los Juegos, ya está entre los más repartidores. Fíjense si un deporte individual puede dar tantas medallas hasta "parecer desproporcionado", que el patinaje, con su sola aparición en el programa de Ponce'93, concedió esa vez 14 premios dorados, solo cuatro menos que los que ha dado el béisbol en toda la historia de estas citas.