![]() |
|
|
![]() Habrá tabaco en la meca de la voluntad FÉLIX LÓPEZ "Aquí entre nosotros, yo he llorado como un niño", confiesa Pancho Cuba, considerado uno de los mejores productores de tabaco tapado del mundo, mientras su mirada recorre la devastada finca que antes perteneció a su abuelo y a su padre. Desde allí, en el corazón de San Juan y Martínez, advierte que Lili, más que un huracán, ha sido una catástrofe para el macizo tabacalero.
Una semana atrás, aun después del paso de Isidore, las fértiles tierras de San Juan, consideradas en buena lid la meca de los habanos, acogían un paisaje único e impresionante: 1 800 casas de curar tabaco se alzaban a la altura de las palmas. Hoy solo quedan 102 paradas, y aseguran los especialistas que la mitad de ellas deberá ser demolidas. "Todo fue serruchado por los vientos", afirma Edelberto González Díaz, director de la Empresa de Tabaco: "Bajo ese amasijo de tablas, horcones y planchas de zinc, hay 35 667 quintales de hojas protegidas con polietileno, pero existe el riesgo de que el agua pueda haber afectado una parte de ellas. Cualquier cifra que se maneje en este momento es preliminar." Según Roberto López Baullosa, primer secretario del Partido en San Juan y Martínez, no hay un solo lugar del municipio con los techos sanos: almacenes de fertilizantes, talleres y bases de transporte, bases de acopio, escuelas, consultorios médicos, escogidas y calfrisas... Más de 13 000 bandejas de cepellón volaron por los aires y se perdieron 8 000 canteros de semillas. Además de tener en el suelo el 91% de la capacidad de curación del tabaco tapado, la Agricultura en ese territorio sufrió afectaciones en la actividad forestal (19,6 caballerías arrasadas); y se perdieron cerca de 100 caballerías de plátano, yuca, boniato, calabaza, pepino, arroz, maíz, soya y girasol. "Nadie ha escapado, y eso quiere decir que nos tocará halar parejo", afirma Luis Enrique Chacón, presidente municipal de la ANAP. SALVAR LA TRADICIÓN En San Juan y Martínez no se puede decir que el hombre es lo primero y separarlo del tabaco. Para Francisco Milián, al que todos conocen como Pancho Cuba, la recuperación de las casas de tabaco tapado, comenzando por los campesinos más productivos y de mejores tierras, ha de durar no más de 80 días: "Si lo hacemos rápido, comenta, no estaremos a la altura de los mejores años, pero no se comprometerá lo que el país espera de nosotros."
A Pancho lo encontramos sudando la gota gorda. Aproximadamente 60 000 metros de tela para el tapado quedaron atrapadas en los derrumbes de sus tres casas de tabaco, junto a 26 000 cujes y todos los utensilios de trabajo: "Esas estructuras en fila india tenían más de 40 años y atesoran una tradición familiar que no puede largarse con un huracán. Hacerlo sería una debilidad, y los sanjuaneros no somos hombres de eso". "Todo no se podrá resolver en un abrir y cerrar de ojos, pero los que no puedan sembrar tabaco tapado deben dedicarse al tabaco de sol. Comenzar las siembras temprano y no dejar que la decepción se apropie de nosotros. Yo perdí hasta el sombrero y aquí estoy, soñando en cómo va a quedar todo esto otra vez. Vengan por acá en dos meses. Ya verán." CON EL HOMBRE HABANO DEL AÑO
En las culturas más antiguas los de más experiencia siempre fueron consultados para salir de la desgracia. Con ese objetivo llegó Granma a la vega de Salvador Carvajal, Hombre Habano de la Producción, en el último Festival Internacional del Habano, y uno de los cosecheros más productivos de San Juan, con rendimientos de 803 quintales por caballería, y un 46% de capas para la exportación. "Ese huracán solo me obliga a sembrar más que el año anterior, para estar bien conmigo mismo. ¿Cómo lo voy a lograr? Con más trabajo. Con madera rolliza y clavos me bastarán 15 ó 20 días para recuperarme del desastre. Claro, a mí me hizo menos daño que al resto de los campesinos. Una de esas casas, construida por una brigada de seis especialistas, se levanta en un mes y cuesta cerca de 12000 pesos. Es mucho lo que se ha perdido." Carvajal, humilde de las botas al sombrero, hace un alto en el tabaco y nos advierte que también hay que reponer miles de techos de familias. En el municipio se contabilizan derrumbes en 1 221 viviendas, mientras que 2 262 perdieron toda su cubierta. "La gente, dice, tiene que entender que hay cosas inaplazables". Se refiere, obviamente, a las 53 escuelas dañadas, y las afectaciones en las líneas de electricidad, que han dejado sin este servicio a 5 000 consumidores.
En las próximas horas entrarán a San Juan las 150 brigadas que laborarán en la construcción o reparación de las casas de tabaco: "Ellos, asegura Carvajal, ayudarán a rescatar la imagen de un lugar que hoy está irreconocible. Pero hay algo mucho más importante: el país puede confiar en que trabajaremos como nunca para minimizar las pérdidas económicas. El mundo tiene que saber que la meca del mejor tabaco es también la meca de la voluntad". (Más información) |
![]() |
|||
|