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El escudo aún puede salvarse ORFILIO PELÁEZ Un hallazgo hecho por científicos británicos en 1985 ocupó notables espacios en la prensa mundial de entonces. En una de las bases inglesas de observación ubicadas en el Polo Sur, los valores de ozono eran notablemente bajos con respecto a los registros normales durante el invierno austral.
RADIOGRAFÍA DEL O3 El ozono es un gas de color azul y constituye una forma inestable del oxígeno, compuesto por tres átomos en lugar de dos. Se le denomina capa a la zona de la estratósfera (entre 15 y 40 kilómetros de altura ), donde existen las mayores concentraciones y su espesor, en condiciones normales, es de unos tres milímetros. Su principal función es actuar como una suerte de escudo protector de la Tierra, al reducir la intensidad de las radiaciones ultravioleta procedentes del Sol, que de llegar a la superficie con toda su magnitud, ocasionarían grandes peligros para la salud del hombre y la vida animal y vegetal. Los valores de ozono estratosférico se miden en unidades Dobson y los expertos los consideran aceptables cuando superan las 280 unidades. En los últimos años, los científicos han comprobado que el cloro y el bromo contenidos en los sistemas de refrigeración, acondicionadores de aire, solventes, spray y extintores de incendios, son sustancias que agotan la capa y por tanto, se debe ir a su progresiva sustitución, como lo establece el Protocolo de Montreal, firmado en 1987 y ratificado por 181 países hasta diciembre del 2001, incluido el nuestro. ACCIONES CUBANAS Cuba trabaja con celeridad en la puesta en práctica de un conjunto de proyectos dirigidos a la gradual eliminación de las sustancias agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), para lo cual cuenta con el apoyo de diferentes organismos del Sistema de Naciones Unidas. Según explicó el doctor Nelson Espinosa Pena, director de la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), entre los resultados más notables figura la reducción en un 20 % del consumo de cloroflurocarbonos y otras SAO entre 1997 y el 2001 (de 625 toneladas se redujo a 506), y la total eliminación del uso del bromuro de metilo en el cultivo del tabaco, un potente fungicida del cual se llegaron a utilizar unas 400 toneladas anuales a principios de la década de los 80 del pasado siglo. Es importante destacar que el plazo para erradicar el bromuro de metilo en el caso de las naciones en vías de desarrollo se extiende hasta el 2015 y nuestro país ya lo ha reducido en un 80% en el 2002. Otros progresos en el cumplimiento del Protocolo de Montreal son la cancelación de las importaciones de equipos y tecnologías con CFC desde 1999, la reconversión tecnológica de las plantas nacionales productoras de refrigeradores domésticos y comerciales que ha permitido la paulatina sustitución de los gases destructores del ozono, además del diseño de novedosos proyectos para lograr esos objetivos en el campo de los aerosoles industriales y de uso médico, como son los spray de salbutamol. Espinosa precisó que el gran compromiso de Cuba es bajar a 312 toneladas el consumo anual de CFC en el 2005, es decir, disminuirlo en un 50% con respecto a las 625 toneladas utilizadas en 1997, lo cual constituye una agradable noticia a pocos días de celebrar el próximo lunes 16 de septiembre el Día Mundial para la Protección de la Capa de Ozono. CALMA EN EL TRÓPICO El doctor Juan Carlos Peláez, del Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, explicó a Granma que según las mediciones hechas en los últimos años, sobre Cuba y el resto de la zona tropical, el espesor de la Capa de Ozono se mantiene dentro de los valores normales. Por el contrario, acotó, con respecto a 1979, las pérdidas de ozono para las latitudes medias y altas durante los meses de invierno y primavera ha sido del 6%, un ritmo en verdad alarmante. Indicó que desde el pasado mes de febrero, el Centro de Física de la Atmósfera trabaja en un proyecto dirigido a pronosticar el índice de radiación ultravioleta para las horas del mediodía, con el objetivo de que las personas sepan cuanto tiempo pueden estar expuestas al Sol sin correr el riesgo de quemaduras, o el tipo de protector más indicado para prevenirlas. Estos datos también serán de suma utilidad en la medicina, la agricultura, turismo y otras actividades. Una esperanzadora valoración pone punto final a este trabajo. Si se cumplen todas las acciones establecidas en el Protocolo de Montreal, la Capa de Ozono podría empezar a recuperarse en el 2010, incluso, retornar a los niveles anteriores a 1980 para el 2050, según los estudios más recientes. |
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