¿Por qué la muerte súbita?

ALFONSO NACIANCENO
Enviado especial de Granma

BREMEN, Alemania.— Cuando permanece en pie la tercera parte de los 24 equipos asistentes al Campeonato Mundial de Voleibol (f), retomo el tema referente a su sistema de competencia, abordado en Granma semanas atrás.

Considero inconsecuente que, después de efectuar torneos clasificatorios continentales con la participación de 60 naciones; y si países del Primer y Tercer Mundos realizaron ingentes esfuerzos por prepararse a lo largo de un cuatrienio, llegaran aquí y tras jugar solo cinco partidos una docena quedara eliminada y fuera devuelta a casa.

Esa fue una reflexión inicial, en un momento en que no atesoraba la vivencia de este certamen. Ahora, desde el mismo comienzo de la cita, el asunto del método es bastante fustigado entre los integrantes de distintas delegaciones, poseedores de experiencias y elementos para ofrecer una visión crítica.

El Mundial llega mañana a una fase crucial, fecha correspondiente a los cuartos de finales. Ocho selecciones decidirán su suerte en un partido: la mitad de ellas, ganadoras, pasarán a discutir del 1 al 4; las derrotadas entrarán en el pleito del 5 al 8.

Para avanzar hasta aquí, en una justa donde las contendientes muestran un nivel cualitativo muy parejo, las encartadas sumaron ocho encuentros en las dos rondas precedentes y sienten el incremento de la presión sicológica al verse cercanas a la conclusión del clásico. Después de tanta entrega de alma, corazón y vida sobre el terreno, ¿por qué la muerte súbita, para infeliz coincidencia el 11 de septiembre?

No asumiré el papel del francotirador que critica y no sugiere una fórmula competitiva más justa para el Campeonato Mundial. Si las dos etapas preliminares, cerradas el pasado domingo, transcurrieron por el sistema de todos contra todos, sería factible un tercer tramo con dos grupos (4 elencos en cada uno) y aplicar igualmente el todos contra todos. Los dos primeros puestos por zona obtendrían su derecho de pelear del 1 al 4, y los demás pasarían a la pugna del 5 al 8.

Las voleibolistas presentes en Alemania quieren mostrar su maestría a plenitud. Si desapareciera el criticado desafío en cuartos de finales, el evento tendría dos días más de duración para el disfrute del público, ¿u olvidamos que la propia Federación Internacional de Voleibol (FIVB) introdujo revolucionarios cambios de reglas en el interés de fomentar el deporte-espectáculo?

Extender la estancia de los equipos en las sedes del torneo incrementaría el desembolso monetario de la FIVB, que asume los gastos de transportación, hospedaje y alimentación de 18 personas de cada uno de los 24 países clasificados. Pero en este entorno de la malla alta, los patrocinadores aportan importantes sumas para amortiguar el peso de una disciplina que incrementó sobremanera la cantidad de lides internacionales por temporada.

Se trata de acercar más la organización del Mundial a las añoranzas de quienes lo prestigian en el universo: atletas, entrenadores, árbitros y millones de trabajadores, desde la base hasta el alto rendimiento. Para ver si algún día deja de ser una quimera que áreas geográficas como África disputen puestos decorosos.