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08/09/2002
Portada de hoy

Urselia Díaz Báez

La primera mujer mártir en la lucha clandestina

Alberto Núñez Betancourt

En el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana cursaba el cuarto año del bachillerato, en 1957 la joven Urselia Díaz Báez. Allí también había continuado y ampliado sus actividades clandestinas contra la tiranía batistiana incorporándose a los grupos de acción del Movimiento 26 de Julio.

Nacida el 21 de febrero de 1939, en Guanabacoa, dentro del modesto y trabajador ambiente familiar germinaron sus más legítimas aspiraciones por el bienestar de sus compatriotas y contra las injusticias de los gobiernos corruptos de la República neocolonial.

A principios de la década del cincuenta ingresó en la Escuela Primaria Superior de Guanabacoa donde cursó el séptimo y octavo grados. Como parte de su afán de superación personal, por las tardes estudiaba en el Centro Especial de Inglés. Allí conoció al futuro compañero de luchas y sentimientos, Antonio (Tony) Briones Montoto, juntos editaron una revista con el título de Juventud. Desde que se produjo el artero golpe militar reaccionario del 10 de Marzo de 1952, Urselia Díaz Báez —a pesar de su juventud— mostró su temprana madurez política dedicándose a combatir el régimen de oprobio. En la formación de su radical pensamiento revolucionario influyó decisivamente la asistencia a seminarios sobre la vida y obra de José Martí. Y como ejemplo de sus inquietudes políticas participó, en noviembre de 1952, en una Conferencia por los Derechos de la Juventud.

Su espíritu rebelde se manifestó contra la tiranía batistiana participando en manifestaciones estudiantiles, protestas en la calle, así como en tareas de agitación y propaganda. El 3 de septiembre de 1957, con su característica disciplina, Urselia Díaz Báez murió mientras cumplía una misión revolucionaria como parte de un plan de acciones simultáneas que se realizarían en diversos sitios públicos de la capital. Contaba en aquellos instantes solo 18 años de edad. Desde aquel día infausto, su nombre se sumó a la extensa y heroica lista de mártires de la Revolución Cubana, y su vida en otro ejemplo glorioso de la abnegación y el patriotismo que caracteriza a lo mejor de la juventud cubana. 

08/09/2002

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