Confidencialidad del gobierno levanta 
críticas en EE.UU.

WASHINGTON, 3 de septiembre.— El gobierno norteamericano ha ampliado su confidencialidad como parte de la guerra contra el terrorismo, retirando información del dominio público, limitando su divulgación al Congreso y permitiendo que los organismos de seguridad operen en la sombra.

Las políticas de la administración de W. Bush están generando cada vez más críticas de parte de los tribunales, el Congreso, e incluso de algunos conservadores.

"Por la razón que sea, este gobierno ha ido demasiado lejos en su búsqueda de confidencialidad en algunas formas particularmente preocupantes", dijo Mark Tapscoott, jefe del Centro para Medios y Política Pública de la conservadora Fundación Heritage.

"No podemos tener filtraciones de información clasificada", dijo Bush en octubre. Pero la política va más allá. Un memorando del 19 de marzo del Jefe de Personal de la Casa Blanca instó a los organismos gubernamentales a proteger información "delicada pero no clasificada".

"Este gobierno es el más receloso de nuestra historia, incluso más que el gobierno de Nixon", dijo la semana pesada Larry Klayman, presidente de Judicial Watch, un grupo conservador que demanda a la administración para forzarla a revelar los miembros del equipo especial de energía, que preside el vicepresidente Richard Cheney.

Por su parte, la Casa Blanca quiere que su nuevo Departamento de Seguridad Territorial sea exonerado de muchos requisitos de la Ley de Libertad de Información, pero enfrenta la oposición demócrata en el Senado.

Miles de páginas de información que estaban disponibles al público en Internet desaparecieron repentinamente después del 11 de septiembre.

Algunos jueces y legisladores están comenzando a irritarse. El presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, James Sensenbrener, dijo que esta confidencialidad era "una invitación abierta a abusar del poder del gobierno".