Consulta médica

Hernia inguinal en la tercera edad

JOSÉ A. DE LA OSA

En general, una hernia ocurre cuando un órgano de la cavidad abdominal o la pelvis atraviesa la pared que lo contiene por una zona debilitada desde el nacimiento, o rasgada en el transcurso de la vida.

La indicación es precisa: hernia diagnosticada, hernia operada.- Profesor Jorge F. Abraham Arap.

Así, la hernia inguinal, una de las más comunes, se produce cuando una porción del intestino u otro órgano atraviesa un orificio de las capas más bajas de la pared del abdomen, y entra al canal inguinal, ubicado en la ingle, así llamada la parte de nuestro cuerpo en que se junta el muslo con el abdomen.

Atendiendo a que luego de la quinta década de la vida la hernia inguinal incrementa su frecuencia, y teniendo en cuenta que alrededor de un 14% de la población cubana tiene en la actualidad más de 60 años, decidimos abordar este tema haciendo énfasis sobre todo en las especiales características que reviste en el adulto mayor.

He dicho, profesor Abraham, especiales características que reviste la hernia inguinal en la tercera edad. Si he expresado bien, ¿cuáles son específicamente las similitudes y cuáles las diferencias de estas hernias en pacientes geriátricos con otras etapas de la vida?

La similitud es que requieren tratamiento quirúrgico para curarlas, afirma el doctor Jorge F. Abraham Arap, profesor de Cirugía de la Cátedra de Gerontología y Geriatría del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y jefe de Cirugía del CITED (Centro Iberoamericano de la Tercera Edad), en La Habana.

En cuanto a las diferencias, añade, te diría que en la niñez afecta entre un 5 y un 6%, principalmente a prematuros y las complicaciones son graves y frecuentes. En los jóvenes pueden limitar sus actividades físicas; en el anciano lo hace más propenso a las complicaciones y muchas veces se comporta como la punta de un iceberg: como un síntoma aparente que puede ocultar alguna tumoración benigna o maligna del colon, próstata, ovario, hígado.

— ¿Cuál considera su más temida complicación en los ancianos?

— En los ancianos o en cualquier persona que la padezca: el estrangulamiento, porque cuando la víscera que forma parte de la hernia es el intestino puede asociarse a una oclusión intestinal, o producir una peritonitis, con una alta mortalidad.

— ¿Cuáles son las causas principales del origen de esta dolencia?

— Hay personas que nacen con la predisposición de padecerlas y su desarrollo estará en dependencia de hábitos sedentarios que propician la pérdida de tejido muscular. También la obesidad favorece la hernia, así como el estreñimiento, los partos, los padecimientos prostáticos y menos frecuentemente los traumas.

— ¿Es aconsejable, para cargar algún peso, apretarse fuertemente la cintura, como decimos los cubanos, con alguna faja o cinturón?

— El cinturón apretado protege más la columna que la ingle. Es aconsejable cuando levantemos un peso hacerlo desde la posición de cuclillas y no doblando la columna, para no lesionarnos.

— ¿Qué signos y síntomas nos pueden alertar de la presencia de una hernia inguinal?

— Como síntoma principal el dolor y como signo el tumor. Con estas manifestaciones es fácil el diagnóstico. Cuando el tumor (o "pelota" como la llaman algunos pacientes) se encuentra en la ingle y se extiende a las bolsas escrotales (de los testículos), hay que diferenciarlo de otras afecciones.

— De acuerdo con su experiencia, ¿qué conducta médica seguir, en los niños, adultos y en la tercera edad?

— Operar lo antes posible. Hay un viejo axioma médico que dice: hernia diagnosticada, hernia operada. Y esto es válido para cualquiera de las etapas de la vida, a fin de evitar complicaciones que se multiplican por diez cuando se operan de urgencia.

— Le pediría un comentario sobre el uso de los llamados bragueros, destinados a mantener reducidas las hernias.

— Los bragueros no evitan las complicaciones, sino tienden a debilitar los tejidos que los cirujanos, en el acto operatorio, debemos emplear para reparar la hernia. Y algo más: son realmente incómodos para nuestro clima.

— ¿Hablamos de que pueden constituir una urgencia quirúrgica? ¿Con qué riesgos añadidos de acuerdo con la edad del paciente?

— El riesgo que corre un anciano cuando lo operan no depende solo de la intervención, sino en gran parte de las enfermedades que padece. Cuando la operación se realiza de forma programada, los padecimientos existentes se pueden compensar. Por ejemplo, la presión arterial, o la glicemia en pacientes diabéticos, de no estar compensadas aumentan el riego de complicaciones y muerte.

— ¿Estas operaciones pueden ser realizadas por técnicas de mínimo acceso?

— Sí, y creo que son ideales, aunque es un proceder costoso, por las ventajas que ofrece al paciente. Precisaría que los resultados finales que se alcanzan por mínimo acceso son similares a las técnicas quirúrgicas tradicionales.

— ¿Cuál es el porcentaje de pacientes en los que se reproducen las hernias? O para decirlo en lenguaje médico: presentan recidivas.

— En épocas anteriores las recidivas eran un azote para los enfermos y los cirujanos. En la actualidad, por los avances tecnológicos, se producen en aproximadamente un 10% de estos pacientes.

— ¿Qué sugerencia en general, y en especial para los adultos mayores, tendría que hacer a los que han sido operados de hernia inguinal?

— Que hagan una vida normal, se cuiden con esmero durante los primeros meses, de acuerdo con las indicaciones de su médico que conoce el estado de sus tejidos. Los ayudará también el mantener una dieta balanceada en vitaminas y minerales y cuidar el peso.

— ¿Y los que aún, padeciéndola, no han sido intervenidos quirúrgicamente?

— Les diría que están corriendo un gran peligro, primero porque cada día son más viejos y, por tanto, presentan mayores posibilidades de padecer enfermedades asociadas, y las hernias también son más grandes y propensas a complicaciones. Un dato que quizás podría ser convincente para muchos: la primera causa de muerte en pacientes de la tercera edad operados en 1999 de oclusión intestinal en el Hospital Calixto García, de La Habana, fue por hernias inguinales.

— ¿Le quedaría, profesor Abraham, alguna precisión?

— Solo preguntar: ¿Por qué privar a los ancianos de las bondades de la cirugía?