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14/08/2002
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En organopónico santiaguero

Por el camino de la excelencia

Orlando Guevara Núñez

Es un organopónico, pero su colectivo le puso otro nombre: Jardín Productivo Nueva Esperanza. Y quien aquí, a la entrada de La Maya, vea esta unidad tendrá que aceptar lo justo del bautizo.

Foto: JOSÉ DE PAZCasi dos años atrás, este terreno estaba ocupado por un vertedero. Es un área irregular cuyas dos hectáreas cultivadas albergan 364 canteros construidos por el sistema de curvas de contorno, protegiendo el suelo del arrastre y la erosión. La categoría ganada y ratificada de Referencia Nacional, resume el esfuerzo y los resultados de esta unidad, donde trabajan 31 obreros, 22 de ellos mujeres.

Mercedes Cruz Ferrer es joven y entusiasta. Habla con admiración y confianza sobre este colectivo que administra. "Casi todos son jóvenes, viven aquí cerca; antes, en su mayoría, no tenían empleo".

En el Nueva Esperanza mantienen 13 cultivos habituales. Hay estabilidad en la fuerza de trabajo. Se afirma que no pasan de tres los que se han ido. Un factor influye en este resultado: en lo que va de año el salario promedio mensual de los trabajadores asciende a casi 500 pesos.

El rendimiento por metro cuadrado, acumulado, es de 14 kilogramos, pero ahora vienen los meses de auge productivo, y se espera cerrar diciembre con no menos de 24.

Cuentan con la ventaja del regadío, pero la regadera manual no ha perdido vigencia. Aquí se trabaja aprovechando al máximo los recursos locales. Aunque todavía no satisfacen su demanda, ya producen compost y humus de lombriz, mientras que el maíz, el sorgo y la albahaca son utilizados como repelentes contra los insectos dañinos.

Tejeda se refiere también a un "árbol maravilloso" que un día trajeron de no sabe dónde, con la indicación de que lo sembraran y cuidaran. Lo nombran Árbol de Nim. Con sus ramas y hojas se prepara un macerado, y de ahí se saca un líquido muy útil y eficaz como insecticida y repelente.

Ahora están enfrascados en otra tarea: producir la mayoría de las semillas que necesitan, pues otras son servidas por la finca municipal.

A la comercialización se le pone en Nueva Esperanza atención especial, pues en ella queda materializado todo el esfuerzo.

Gerardo Almeida Ibáñez, delegado municipal de la Agricultura, señaló que este organopónico está entre los primeros de Songo-La Maya. Pero los trabajadores hablan de ser mejores. Por eso están contentos con la categoría de Referencia Nacional y aspiran a la de Excelencia. Quienes vengan aquí, vean este jardín y hablen con su colectivo, podrán compartir la certeza de que ese nuevo escalón también será ascendido.

14/08/2002

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