MADRID, 3 de agosto (PL). — El gobierno español rechazó hoy nuevamente negociar con Marruecos sobre Ceuta y Melilla, y aseguró que cualquier discusión debe remitirse al encuentro que en septiembre mantendrán los cancilleres de ambos países.

De esa forma Madrid respondió a una nueva declaración de las autoridades de Rabat, emitida la víspera, en la cual se insiste en la devolución por España de los enclaves de Ceuta, Melilla y un pequeño archipiélago ubicado cerca de ésta última, islas Chafarinas.

El Vicepresidente Primero y portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró a la prensa que tal como acordaron los cancilleres de ambos gobiernos en Rabat el 22 de julio, solo se hablará sobre las diferencias entre los dos países en septiembre.

Esa fue su respuesta al llamado hecho la víspera por el ministro de Comunicación marroquí, quien pidió "la movilización de todas las fuerzas vivas del país" para la liberación de los territorios ocupados por España.

Tales expresiones no parecen contribuir a refrescar el ambiente a solo dos semanas de que los dos gobiernos zanjaran la crisis por las pretensiones territoriales de ambas naciones sobre el islote de Perejil o Leila y teniendo en cuenta que está pendiente el encuentro de septiembre en la capital española.

En este asunto el gobierno ha contado también con el respaldo de la oposición.

Al respecto, el secretario general del partido Socialista Obrero español, José Luis Rodríguez Zapatero, señalo hoy desde Galicia, que Ceuta y Melilla "son y serán españolas" y llamó a las autoridades a dialogar con Marruecos cuanto antes para recuperar una buena relación bilateral.

En tanto, en una nota emitida en esta capital, Izquierda Unida considera que el llamamiento marroquí para recuperar la soberanía de Ceuta y Melilla es una muestra de "nacionalismo y populismo demagógico", que sólo pretende desviar la atención para ocultar el verdadero y principal objetivo que es la anexión del Sahara Occidental.

Añade que con esa política Rabat pretende evitar críticas internas sobre el reciente fracaso de sus expectativas sobre el Sahara tras la resolución de Naciones Unidas que echó por tierra sus planes de imponerse con el apoyo de Estados Unidos y Francia.

Para IU la soberanía de Ceuta y Melilla no está en cuestión, sino que es un motivo de presión hacia España ante una posible negociación.

La nota pide firmeza al Gobierno encabezado por José María Aznar para no ceder al chantaje de Marruecos y reclama al conjunto de fuerzas democráticas españolas expresar respaldo y apoyo al pueblo saharaui y transmitir la garantía de que España no cederá a las pretensiones del reino alauita.

Desde el 22 de julio, cuando los cancilleres llegaron a un acuerdo sobre la crisis de Perejil o Leila, que no incluyó un esclarecimiento de a quien corresponde la soberanía sobre ese pequeño islote, Rabat ha insistido varias veces en poner sobre la mesa el tema de los enclaves españoles en su territorio.