![]() |
|
Pese a que Irak aceptó inspectores, El secretario de Estado, Colin Powell, minimizó el retorno de los controladores y renovó las acusaciones de su gobierno sobre la posesión de Iraq de armas de destrucción masiva WASHINGTON, 3 de agosto (PL).— Estados Unidos persiste hoy en atacar a Iraq, pese al anuncio de Bagdad de que recibirá nuevamente a los inspectores de armas de la ONU, cuya negativa fue uno de los principales pretextos para la eventual agresión. El secretario de Estado, Colin Powell, minimizó el retorno de los controladores y renovó las acusaciones de su gobierno sobre la posesión de Iraq de armas de destrucción masiva, informó la cadena de noticias CNN. Durante su visita a Filipinas, Powell instó a la administración de Saddam Hussein a comenzar de inmediato el desarme y rechazó la posibilidad de que el jefe de los inspectores viajara a ese país para negociar, como solicitó la víspera el canciller iraquí, Naji Sabri. Bagdad expulsó en diciembre de 1998 a los agentes de Naciones Unidas a quienes acusó de espiar a favor de Estados Unidos y Gran Bretaña. El ex jefe de ese grupo Rolf Ekus reconoció que la comisión informó sobre sus verificaciones a Washington y Londres, cuyos gobiernos, precisó, intentaron crear un incidente que justificara un ataque militar. Por su parte, el subsecretario de Estado norteamericano, John Bolton, manifestó que el regreso de los funcionarios de Naciones Unidas no cambiará la posición de la Casa Blanca de sacar del poder a Hussein. Nosotros queremos un cambio de régimen en ese país árabe, subrayó Bolton. El asesor presidencial sobre el Levante y el Golfo Pérsico, Zalmay Khalilzad, señaló que Washington no cree en las promesas iraquíes. En ese sentido el senado norteamericano comenzó el jueves último un debate sobre temas relacionados con un eventual ataque a Iraq, como el costo de la operación y la reacción de los aliados de la Casa Blanca. Según informes de prensa, y las declaraciones de los funcionarios así parecen confirmarlas, Estados Unidos prepara una acción bélica de gran envergadura contra la nación del Golfo Pérsico, que tendría como primer objetivo su capital y otras grandes ciudades. En la invasión participarían más de 200 000 soldados acantonados en países vecinos como Jordania, Kuwait y Turquía, aseguró el diario The New York Times. Sin embargo, las naciones árabes y la Unión Europea, excepto Gran Bretaña, se oponen a la invasión contra Iraq por las consecuencias que tendría en el Levante. |
|