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Mesa Redonda Informativa Escándalo moral del capitalismo Orlando Oramas León El imperio no deja de ser noticia, no solo porque las controla, también las genera. A pesar de que la administración W. Bush anunció la creación de una oficina lava-imagen, las nuevas que llegan de allá hablan de corrupción, escándalos financieros, desaceleración económica y, para tapar, guerras avisadas.
Claro que eso sí no es noticia. Se trata de un recurso más que usado. No es la primera vez que Estados Unidos insufla al complejo militar-industrial para dar aliento a su economía. Más ahora que los inversionistas extranjeros, y los propios accionistas de casa, ven con desconfianza la sucesión de escándalos en importantes corporaciones cuyos ejecutivos hicieron trampas contables. Quizás apostaban a que la estrecha y añeja comunión de intereses con la actual administración les daría impunidad. El gobierno de las corporaciones, como lo calificó Randy Alonso. Lo sucedido ahora en el corazón de la libertad de empresa es reflejo de la propia incertidumbre que afecta a la economía estadounidense. Mientras las autoridades afirman que todo marcha sobre rieles, lo cierto es que desde hace meses las noticias hablan de recortes de gastos, bajas de ganancias y miles de empleados a la calle, entre otros signos de crisis. Fanfarria y trapos sucios, evidencias del escándalo moral del capitalismo en la expresión de su mayor potencia mundial. Así lo explicó la colega Juana Carrasco al hablar de las multas millonarias que han debido pagar poderosas empresas por fraudes financieros, agravados por la destrucción de documentos comprometedores. Reynaldo Taladrid recordó los dudosos manejos del ahora mandatario. W. Bush, como algunos de los ejecutivos encartados en sonados escándalos, dejó colgados de la brocha a los accionistas de su firma petrolera. Su actual vicepresidente, Richard Cheney, también hizo lo suyo. Está involucrado en una demanda judicial por sobreevaluar acciones de una firma de servicios energéticos y luego vender las propias, cuando conocía de la mala situación financiera de la empresa. Bush and Cheney no son los únicos de la administración señalados en tales fechorías. Rogelio Polanco trajo datos sobre la desaceleración del desempeño económico imperial, lo que suscita dudas de su recuperación a corto plazo. En julio el desempleo fue del 5,9%, el más alto para la fecha desde 1994. Más de un centenar de grandes compañías estadounidenses quebraron en los últimos meses. Y dentro de todo ello, la guerra ocupa también grandes titulares. Atacar antes de ser atacado, recordó Lázaro Barredo al hablar de la nueva-vieja doctrina de seguridad imperial. Ahora buscan inmunidad para sus legiones, a contrapelo de la Corte Penal Internacional. La ONU no puede detenernos, se piensa en la Casa Blanca. Se trata de una filosofía imperial, corroída por dentro, como muestran los escándalos que llenan los principales medios de la mayor potencia de nuestro planeta. |
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