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04/08/2002
Portada de hoy

Desde Kayes en Mali

Con un par de rayos también se hace medicina

Texto y foto: OSCAR BRAVO FONG
Enviado especial

Cuentan que un día llegó un paciente a la consulta del ortopédico cubano de Kayes con una fractura abierta de codo, provocada por un accidente de tránsito. No había material para fijarle el hueso, y con tanta decisión como Maceo, el galeno indicó al padre del niño: "Vaya al mercado y tráigame sin demora un par de rayos de bicicleta".

Fue así como tras la esterilización de los artefactos, voluntad e inventiva se impusieron para solucionar el caso. A los pocos días el pequeño podía hasta escribir con el brazo afectado.

La pequeña Aminata Ñan, con 5 años de edad, nunca había podido caminar. Tras una operación, gracias al amor y a la medicina cubana, hoy da sus primeros pasos en la vida.

Para el médico bayamés Alfredo Tasset Aguilar no hay obstáculo insuperable, a pesar de que las condiciones del salón de operaciones y el insuficiente instrumental le hacen añorar cada día sus opciones múltiples en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, donde labora en Cuba.

"La mayoría de las operaciones que he realizado aquí son precisamente fracturas de codos en niños, pero algo que podía solucionarse fácilmente en algunos casos, termina fatalmente. He tenido que hacer 14 amputaciones de brazos de inmediato.

"Resulta que en vez de venir rápidamente al médico tras el accidente, los padres los llevan primero al marabú (curandero), y este lo que hace es ponerles un torniquete en el brazo, lo cual produce gangrena con el paso del tiempo."

Salimos de la consulta del hospital regional de Kayes y atravesamos la carretera, aledaña a la estación del ferrocarril.

"Gracias a la medicina cubana —dice Yuldé Si Fanta Ñan— mi hija fue intervenida quirúrgicamente con dos operaciones sucesivas de sus pies. Luego de más de cinco años sin caminar, ya hoy puede hacerlo. Hay que ser madre para saber lo que una siente. Fue una evolución rápida, pero aún se rehabilita con fisioterapia en el hospital. Operarla nos costaba en Francia más de 3 500 dólares, algo así como unos cuatro millones de francos cefas", dice sonriente, mientras suda copiosamente a pesar de la mañana.

Y agrega: "Los médicos cubanos son muy eficaces con sus tratamientos: recomiendo siempre a mis amistades malienses que antes de ir con el marabú, vayan primero con ellos".

La niña presentaba deformidades en ambos pies, asociadas a una parálisis cerebral infantil al nacer. Al operarla, en dos intervenciones sucesivas, el traumatólogo le alargó el tendón de Aquiles y le practicó una capsulotomía de las articulaciones. Yeso, y luego vino el tratamiento del pie izquierdo. Nuevamente yeso.

Para poder apreciar lo que algunos nativos llaman "los milagros de Tasset, desde Bamako hasta Kayes, cámara en mano, recorrimos en tren más de 600 kilómetros, en unas 18 horas de viaje y con temperaturas cercanas a los 50 grados centígrados en esta época del año. En esta travesía interminable, pero gozosa al conocer algo nuevo, nos acompañaron los doctores Oscar Chacón y Ángel Salvador Benavides, de Guantánamo y Matanzas, respectivamente.

El médico oriental, primer ortopédico que ha laborado en la historia de la región de Kayes, no cabe de contento no solo por este triunfo, sino también porque su consulta es una de las más concurridas diariamente "y eso indica que tienes aceptación entre la gente del pueblo", dice.

04/08/2002

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