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04/08/2002
Portada de hoy

Los amos del mundo

RANDY ALONSO FALCÓN

Como en la época de los grandes señoríos feudales, la globalización nos ha traído de vuelta el poder concentrado en unos pocos feudos, que deciden la vida de miles de millones de personas en el planeta. Doscientas empresas transnacionales controlan la economía internacional, la política y la información.

APLa fusión de AOL y el conglomerado Time Warner confirma la concentración del poder de los medios de comunicación en unas pocas manos.

Para que el círculo de dominadores sea cada vez más estrecho y poderoso, una avalancha de compras y fusiones de empresas y firmas se viene sucediendo desde comienzos de los años ochenta, reduciendo el poder empresarial a un puñado de consorcios que han barrido las fronteras para conquistar nuevos mercados y arrasar con los competidores locales. Así, en el año 2000, según la firma canadiense Thomson Financial, hubo 38 292 transacciones de compras y fusiones, totalizando cerca de 3,5 billones de dólares.

Dos tercios del comercio mundial se rea-liza entre las multinacionales, y al interior de sus casas matrices y sus filiales. La cifra de negocio anual de los 200 mayores grupos transnacionales es más de la cuarta parte de la producción mundial y crece a un ritmo dos veces superior al del Producto Interno Bruto de los países que integran la OCDE, "el club de los países ricos" y supera ya la producción total sumada de los más de 180 países que no integran la OCDE, pero donde vive la inmensa mayoría de la población del planeta.

Tal expansión y dominio se ha sustentado en la explotación desmedida de los recursos naturales y de la vilipendiada fuerza de trabajo de las naciones del Sur.

MAQUILADORAS DEL SUDOR

Para venderle el sueño de ser como el gran Michael, la Nike oferta a sus clientes por 200 dólares su versión XVll de las zapatillas Air Jordan. El calzado deportivo es fabricado en Indonesia principalmente por niños que laboran 12 horas por apenas 1 dólar. La suma anual de los salarios de las fábricas Nike en Indonesia es inferior al contrato de publicidad que la firma tiene con el astro del baloncesto. Un trabajador indonesio de Nike necesitaría 44 000 años para ganar lo que Michael Jordan recibe en uno por su acuerdo publicitario con Nike.

Las fábricas de Reebok, Adidas y otras marcas son similares. En el distrito de Sialkot, Paquistán, se fabrican dos tercios de la producción mundial de balones cosidos a mano. Miles de niños desarrollan esta labor a cambio de míseros salarios y en humillantes condiciones.

OBJETOS DESECHABLES

En esta época donde nos dicen que consumir es ser, el emporio de supermercados Wal-Mart Stores recibe millones de clientes todos los días. Sus ingresos son tan notorios que ya en el 2001 Wal-Mart pasó a ser la empresa de mayor volumen de venta entre las principales 500 transnacionales. Sus más de 900 mil empleados tienen prohibido la afiliación a cualquier sindicato. Cuando a alguno se le ocurre la idea, pasa a ser un desempleado inmediato.

Los restaurantes Mc Donald's han llegado hasta los más inimaginables lugares con su comida desechable. Con ellos ha llegado también la esclavitud de sus trabajadores en todo el orbe: laborar mucho y sin chistar. Para ellos no hay derecho a la sindicalización.

La difícil situación económica mundial ha puesto en peores condiciones a los trabajadores. Casi 2 millones de ellos quedaron en la calle el pasado año en los EE.UU. Las grandes aerolíneas norteamericanas recibieron más de 15 mil millones de dólares para enfrentar la crisis tras los acontecimientos del 11 de septiembre, pese a ello, más de 100 000 personas del sector aeronáutico fueron despedidos.

En México, la multinacional Canon Inc. decidió cerrar en mayo su fábrica de impresoras de inyección de tinta. Fueron cesanteados 417 trabajadores. La causa: reducir los costos. Canon mudará su fábrica hacia Tailandia donde podrá pagar menos salarios.

GENOCIDIO EN EL AMAZONAS

Cual los conquistadores españoles, que cambiaron a los indígenas el oro por espejitos, la petrolera italiana Agip Oil logró el permiso de las comunidades indígenas huaoraní de Ecuador para explorar su territorio y extraer crudo a cambio de entregar a las seis comunidades 50 kg de arroz e igual cantidad de azúcar, dos cubos de grasa, una bolsa de sal, un silbato de juez y dos balones de fútbol, 15 platos, 15 tazas y un armario con 200 dólares en medicinas, en una partida única.

Por la selva amazónica anda también la Texaco, repartiendo sus cuotas de muerte. En su área ecuatoriana han vertido miles de galones de petróleo en ríos como el Napo causando una alta contaminación. Los peces de los ríos y los animales terrestres han cambiado su hábitat ante las explosiones causadas por la petrolera. Texaco ha extraído en los últimos 25 años unos 1 300 millones de barriles de petróleo en la zona del Amazonas.

CONDENADOS AL OLVIDO

Los enfermos del Tercer Mundo no cuentan para las grandes transnacionales farmacéuticas. El mercado y la ganancia indican cuáles son las enfermedades que ameritan ser curadas y cuáles las que no merecen que la industria farmacéutica se interese por ellas. De 1 223 nuevos medicamentos puestos en circulación entre 1975 y 1997, solo 11 estaban dirigidos a las enfermedades tropicales. En su afán de lucro, las farmacéuticas ven como nada "rentable" el destinar fondo a enfermedades que si bien están bastante extendidas, atacan a poblaciones con escaso o ningún poder adquisitivo. La lógica irracional del mercado conduce a gastar millones de dólares en investigaciones para el Viagra, y cero centavos para nuevos tratamientos contra la malaria que mata anualmente casi 2 millones de personas.

VENDER EL SUEÑO AMERICANO

Estados Unidos llena los sueños del mundo con sus héroes, inundando las pantallas del planeta con las producciones de Hollywood y las televisoras con sus seriales "made in USA". Internet se ha sumado a esta cruzada tomando cuerpo de galería comercial o inmenso supermercado planetario, transformando a los medios en máquinas de vender productos y servicios predominantemente norteamericanos.

El clímax del poder de los medios y su mayor concentración en cada vez menos manos, lo fue la megafusión en febrero del 2000 entre American Online (AOL), líder mundial de Internet, y el conglomerado Time Warner, primer grupo de comunicación a escala planetaria. Así se reproducen los mismos mensajes a los más de mil millones de telespectadores que tienen el canal informativo CNN y el de películas HBO, a los 13 millones de abonados que tiene el Time Warner Cable, a los 120 millones de suscriptores de revistas y semanarios como Time, People, Fortune, Life, Spot Ilustrated; a los compradores de los más de mil millones de libros vendidos anualmente por Book of the Month Club, Time-Life y Warner Books, a los cientos de millones de cinéfilos que ven las películas y los dibujos animados de la Warner Bros, a los millones de melómanos que siguen a los más de mil artistas contratados por el Warner Music Group, o los más de 25 millones de internautas que pagan los servicios de AOL. Todo un imperio mediático en función de vender el "sueño americano", el principal producto de exportación de ese país.

Por cierto, AOL-Time Warner anda hoy en serios problemas, como lo está el propio sueño americano.

SE COMPRAN POLÍTICOS

Las grandes corporaciones multinacionales están prestas siempre a invertir en la compra de políticos que aseguren sus grandes intereses económicos. Los políticos del capital estan listos siempre para venderse al mejor postor.

Ronald Reagan fue un aporte de la General Electric al mundo político norteamericano. Reagan era un pésimo actor de cine cuando llegó a ser el presentador del Teatro de General Electric en NBC. La GE auspició la carrera política del vaquero californiano, organizándole conferencias de costa a costa de los Estados Unidos. Según el abogado Tom Turnipspeed, "Reagan era el charlatán político ideal para la filosofía corporativa de codicia ilimitada de EE.UU., que pone los beneficios por sobre la gente". En sus ocho años de gobierno, Reagan se encargó de ofrecerles una gigantesca ventaja fiscal a los ricos, reducir muchas regulaciones sanitarias y de seguridad para las empresas y propulsar un gigantesco aumento del presupuesto militar que benefició a los contratistas de la Defensa como General Electric.

Carl Lidner, el dueño de la transnacional Bananera Chiquita, donó más de 1,5 millones de dólares para la campaña presidencial de demócratas y republicanos en 1996. En pago, Lidner fue el primer invitado exclusivo de Clinton en profanar la habitación de Lincoln en la Casa Blanca. Pero más importante: Estados Unidos presentó ante la OMC un litigio, que ganó, contra el régimen bananero de la Unión Europea hacia los países del Caribe, lo cual afectaba las ganancias de Chiquita y otras bananeras norteamericanas. Favores se pagan.

La multinacional energética ENRON, nombre famoso en estos días, fue uno de los más generosos contribuyentes a los partidos políticos en la última década. El presidente Bush y su vice Richard Cheney fueron de los más agraciados receptores de las donaciones. Una vez desatado el escándalo por la quiebra de Enron se ha conocido que Cheney se reunió con altos ejecutivos de la corporación energética antes de que el ejecutivo le propusiera al Congreso una Ley de Energía que favorecía a las grandes empresas energéticas y petroleras.

EL VERDADERO PODER MUNDIAL

Fruto del injusto y desigual orden actual, el peso en la economía globalizada de las transnacionales es superior al de muchos estados. El volumen de ventas de la General Motors, por ejemplo, es superior al PIB de Dinamarca y el de Exxon Mobil supera al de Austria. Las 500 mayores empresas controlan más de dos tercios del comercio mundial. Las tres personas más ricas del mundo tienen activos superiores al Producto Nacional Bruto sumado de los 48 países más pobres. El mundo tiende a dividirse cada vez más entre ganadores y perdedores.

La globalizacion neoliberal ha venido a ser la dictadura económica mundial de unos pocos cientos de transnacionales. El poder tiene nombres clásicos como Agnelli o Rockefeller; nombres de familia como Guinnes, Ford o Philip y nombres de nuevos ricos como Gates, Soros o Ellison. Así se llaman los imperios del siglo XXl.

04/08/2002

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