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02/08/2002
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A 35 años de un histórico reto de Fidel

Una isla cada vez más joven

DIEGO RODRÍGUEZ MOLINA

NUEVA GERONA.— Agosto, también cálido en recuerdos, atesora entre sus fechas el cumpleaños, cada día dos, de la Isla de la Juventud, y dentro de muy poco el aniversario 35 del reto hecho por Fidel a los jóvenes cubanos. Les pidió entonces —un 12 de agosto— ir más allá de un simple cambio de nombre, hacer la isla suya y emprender transformaciones radicales.

"Pero todavía no se puede llamar 'Isla de la Juventud' en el sentido real de la palabra", advirtió Fidel a aquellos jóvenes que en el laborioso verano de 1967 pedían poner a la Isla ese otro apellido, atendiendo a los miles de columnistas llegados para restaurar los daños del ciclón Alma.

Foto: EVELIO MEDINALa masa estudiantil dinamizó a la Isla y le dio una nueva y prometedora imagen.

Seguro de cuánto podían, convierte la aspiración en reto y en ese acto del propio 1967, en la presa Viet Nam Heroico —primera de la revolución hidráulica—, orienta: "Llamémosla `Isla de la Juventud' cuando la juventud con su obra haya hecho algo grande, haya revolucionado... la naturaleza y pueda exhibir el fruto de su trabajo, haya revolucionado... la sociedad".

El desafío caló hondo entre los muchachos. En cuatro años concluyeron 10 embalses con capacidad para almacenar más de 131 millones de metros cúbicos de agua, construyeron carreteras y viviendas y sembraron pasto y cítricos. La adversidad es vencida en período breve.

Una etapa ascendente marca 1971 al poner en manos de los estudiantes, la responsabilidad principal del desarrollo agropecuario, en la búsqueda de alternativas para propiciar al mismo tiempo que una educación integral, la continuidad de los planes, y una fuerza calificada y estable. El Comandante en Jefe, en la apertura ese año de la primera escuela en el campo de la región, la 14 de Junio, perfila la idea: "...pero si realmente se va a llamar Isla de la Juventud y no tenemos suficiente población... ¿quiénes deben desarrollar... esta isla?... los jóvenes estudiantes de secundaria".

EDUCACIÓN SIN FRONTERAS

Ya en 1977 ascienden a 41 las escuelas de nuevo tipo, el volumen de toronjas para el mercado exterior crece siete veces respecto a poco más de una década atrás y se inician las inversiones de la nueva fase agroindustrial exportadora.

Tal dimensión alcanza aquella revolución educacional, nutrida por becarios de varias provincias del país, que traspasa las fronteras y se pone al servicio del Tercer Mundo. A finales de 1977 llegan los primeros estudiantes africanos, pero no fue hasta el 78 que se generaliza la singular experiencia. Justo en el año en que se proclama aquel 2 de agosto la Isla de la Juventud, 11 años después del reto, por acuerdo del Parlamento, y en virtud del vínculo patriótico de los jóvenes con el terruño, desde los independentistas, Martí adolescente y Mella contra el anexionismo yanki, hasta los moncadistas.

Era, además, una prueba de confianza de que, aun cuando quedaban frentes por consolidar, continuaría el esfuerzo juvenil por modelar el progreso de una región, luego de haberla sacado del atraso y hacerla parte viva de la nación desde el inicio del poder revolucionario.

Del cambio son exponentes su obra educacional y su desarrollo, con un crecimiento de casi 100 veces en generación eléctrica y notable incremento poblacional, que de 11 000 habitantes en 1959 ya supera los 80 000, con predominio de los de 25 a 34 años, negados a dejar de ser fieles al nombre.

EN CRECIMIENTO CON SU OBRA

Pero esos son apenas parte de los frutos cosechados por una laboriosa empresa juvenil, primero con movilizados y luego con los que se trasladaron y no defraudaron su lema de "Jamás abandonaré mi Isla".

Más que en una obra de choque los jóvenes cubanos convierten a la Isla de la Juventud en laboratorio de sus mejores ideas en la formación del hombre nuevo y de las potencialidades económicas de la región. "Lo están demostrando los pineros, que si se resiste y se lucha, se vence", reconoce Raúl Castro en 1992.

El terreno abonado fructifica en estos difíciles años, con nuevos renglones como el turismo, los cultivos de tabaco y papa, y la diversificación de cítricos y vegetales, empeñados por elevar el nivel de vida: de 30 teléfonos públicos en 1995, sobrepasan los 300, y crece el abasto de agua en un 20,6%

Hoy el 87% de las familias dispone de gas, está restablecido el 94% del alumbrado público, son ampliados los servicios médicos y aumentan en un 15% los ocupados en la economía.

LABORATORIO DE IDEAS

De la superior conciencia mucho dicen la proporción de una donación voluntaria de sangre por cada 15 habitantes, el aporte de los empleados del turismo de su propina para la salud ascendente a 31 000 dólares, los eléctricos que fueron a apoyar la recuperación de Matanzas.

Al calor de la Batalla de Ideas se concretan muchos programas sociales: cuatro salas de video, dos nuevos Joven Club de Computación que elevan a cuatro su número, la Escuela de Instructores de Arte, la incorporación al estudio de más de 500 jóvenes desvinculados, 219 videos y 424 televisores en sus 90 planteles.

Los noveles y multiplicados conquistadores, con juventud sin edad, siguen transformándose a sí mismos, acercándose al hombre nuevo que soñó el Che y creciendo con su propia obra mientras tantos sueños compartidos, van haciéndose realidad.

02/08/2002

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