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![]() De cómo nació una Comisión Electoral María Julia Mayoral Con el sol a punto de rajar las piedras, más de una veintena de mujeres y hombres están al pie del monumento a Celia Sánchez, erigido entre rocas y helechos del Parque Lenin, atestiguando con sus firmas que de ahora en adelante conducirán una intensa faena para ofrecer a sus conciudadanos las mayores facilidades de participación en un proceso íntimamente ligado a la independencia, la justicia y la unidad nacionales.
La mayoría de estas personas se conocen desde antes. Son maestros. Buena parte de ellos se desempeña ahora en tareas de dirección dentro del sector de Educación en el capitalino municipio de Arroyo Naranjo y están como otros miles de habaneros enfrascados, de una u otra manera, en la reparación y construcción de escuelas. Pero sus experiencias comunes y compartidas no quedan ahí. Atesoran también las nacidas en comicios precedentes. Para Regla Gutiérrez Arocena, al frente de la Comisión Electoral Municipal, ha sido una suerte que hayan vuelto a designar como integrantes de esa estructura a compañeros de experiencia y alta preparación. Entre los 17 miembros de la comisión y los siete representantes, afirma, formamos un buen equipo. Tampoco tengo preocupaciones por estos meses que estaré fuera de mi escuela, confiesa la directora del politécnico René Ramos Latour, quien comenzó en el magisterio hace 30 años y tiene a su cuenta la organización de tres procesos electorales en Arroyo Naranjo. "Los alumnos de mi politécnico —más de 1 900— quedarán en manos de un calificado colectivo de dirección... y en cuanto a las elecciones, el grupo está familiarizado con las responsabilidades de una comisión, sabemos qué no nos salió bien en los anteriores procesos y ahora estamos en condiciones de perfeccionar el trabajo." Según comenta, en lo inmediato, los pasos más importantes serán la confección del registro primario de electores y el posterior inicio de las asambleas donde los vecinos propondrán a sus candidatos a delegados de circunscripción. DE LLENO EN LA FAENA Sin escaparse del caluroso verano, pero ya en el interior de un pequeño teatro, parece como si la firma del acta para dejar constituida la comisión y la suscripción del juramento no hubieran ocurrido apenas minutos antes, a pleno sol, delante de la imagen de Celia. Ocupan el inmueble, a semejanza de una buena familia, para decidir sobre la cantidad de circunscripciones electorales con que contará el municipio en estos comicios generales y acerca de las personas a quienes designarán integrantes de las comisiones en cada una de esas demarcaciones. A tantos maestros de origen en el grupo, los hombres resultan minoría. Así lo testifica la presencia de Regla, Julia, Míriam, Victoria, Mary Luz, Flora, Tania, Liduvina, Yuramis y Caridad. Dos de ellas comparten junto a Regla las riendas de la comisión: Aurelia León Álvarez, en calidad de secretaria, y Míriam García, como vicepresidenta, quienes han participado en comisiones, mesas y colegios electorales desde los primeros sufragios después del triunfo de la Revolución. Historias parecidas podían haberse relatado sobre lo ocurrido este 17 de julio en cualquier municipio del país, pero no las busque, ni ahora ni después, fuera de nuestras fronteras, porque difícilmente hallará gente común y sencilla estructurando con total limpieza y transparencia unas elecciones donde la primera y la última palabras las dirá el propio pueblo. |
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