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17/07/2002
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Ciego de Ávila en 26

Resultados de una entidad avícola, primera en aplicar el perfeccionamiento empresarial

ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ

CIEGO DE ÁVILA.— Es difícil escribir de gallinas y huevos, cuando se conoce que el cuadro de la avicultura nacional todavía exhibe ribetes deteriorados si se compara, por ejemplo, con las 2 700 millones de unidades producidas en el país en 1988, la época de mayor esplendor.

Foto: HÉCTOR E. PAZ ALOMAREn la unidad de reemplazo de ponedoras es donde comienza 
a "fabricarse" el huevo.

No se puede hablar de ellas sin pensar en las pollitas. La granja José Madrigal, única dedicada al inicio de reemplazo de ponedoras en la provincia, es considerada la columna vertebral de la empresa avícola avileña y, además, abanderada de la eficiencia. A este lugar, en el municipio de Majagua, llegan las aves con solo un día de nacidas.

La ingeniera María del Carmen Cruz, desde hace más de una década al mando de la unidad, detalla que en esta fase es cuando debe extremarse el cuidado de la masa.

Ella guarda todavía el amargo recuerdo de cuando en una ocasión el gumboro eliminó más de 32 000 pollitas, el 37% de las que había en la granja en ese momento.

Mirtha Vázquez, una de las 
mejores naveras del país.

El trabajo es muy técnico, asegura. Los 37 trabajadores (19 mujeres) siempre tratan de mantener el rebaño en las mejores condiciones posibles.

Cuando habla de eficiencia después del perfeccionamiento empresarial se le alegran los ojos. "Hace dos años —rememora— perdíamos 400 000 pesos y llegamos a pagar en corriente eléctrica 900 dólares mensuales. Hoy ganamos más de 50 000 pesos".

"¿Cómo? Comenzamos a luchar los centavos para bien de la empresa. Entregamos animales de mejor calidad, no utilizamos corriente para la calefacción con el empleo del carbón vegetal y los túneles. Eso, entre otras soluciones, nos ha salvado."

SIN VARITAS MÁGICAS

En verdad, es estimulante ver con cuánta dedicación se trabaja en la avicultura de la provincia de Ciego de Ávila, por acortar la distancia en el largo camino de la recuperación, a todas luces posible. Cálculos sobre bases sólidas revelan que al cierre del primer semestre la cifra es superior en más de 20 millones de unidades a igual período del año 98.

Lo realizado hasta ahora (38 millones 864 500 unidades) posibilitará que al concluir el actual año la empresa supere los 74 millones, solo un punto de partida, porque la cifra dista de los 92 millones 200 000 huevos acopiados en 1991, el año de mayor producción —por ahora un poco lejos de las posibilidades reales de la empresa—, pero el mejor medidor si se quiere hablar de recuperación.

"Después de aplicar el perfeccionamiento empresarial la eficiencia ha venido de 
menos a más", asegura Benito.

De ello da fe Benito Rafael Migoya Díaz, director de la entidad avileña, quien explica que desde hace años buscan las vías para incrementar los niveles de huevos, desde clasificar las aves por talla y peso, hasta ponerles las mismas cuidadoras, vestidas de igual manera, quienes recogen las posturas a la hora señalada, revisan los comederos, mueven el pienso y hasta estimulan a las gallinas a que coman.

"Eso ha dado resultado —enfatiza Benito—. En el presente año las cinco granjas de la empresa dedicadas a la producción promedian 141,92 unidades por aves (muy superior al promedio nacional), y el propósito es terminar en 280, con una conversión inferior a 1,40 toneladas de pienso por cada millón de posturas y un costo en divisa inferior a los 3,5 centavos de dólar. El perfeccionamiento empresarial posibilitó poner en vigencia nuevos sistemas de pagos, a partir de los resultados que obtengan."

Mirtha Vázquez Cidre, de la granja XXX Aniversario del Combinado Avícola Nacional, la mayor de Ciego de Ávila, con capacidad para 160 000 animales, es una de las mejores naveras del país. Lleva seis años como Vanguardia Nacional y defiende a ultranza el perfeccionamiento.

"Cuando una llega tiene que actualizar la jaula, revisar la masa avícola, echar el pienso, darle el pase de mano y distribuir la medicina, barrer la nave, recoger el huevo y hacer la labor diaria, que incluye el fregado y raspado para mantener limpia el área y los comederos. Eso lo repetimos por la tarde, y así los 365 días del año. Es lógico que tienes que hacerlo con amor, porque si no, te aburres."

A ello se agrega un pasado nada halagüeño, pues hace poco más de un lustro la entidad perdió, en un abrir y cerrar de ojos, cinco millones de pesos a causa de la falta de alimentos para las aves, de medicinas, insumos, combustible para bombear el agua y mantener la transportación.

Gracias a la labor de los trabajadores avícolas, Ciego de Ávila ha logrado cumplir con el per cápita de huevos a su población y a otros sectores, además de mantener las entregas mensuales comprometidas con otras provincias.

17/07/2002

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