|
 del lenguaje
Celima Bernal
• Conversaba con el Dr. Alipio
Rodríguez Rivera acerca de esa inteligencia de nuestros campesinos, que mi
orgullo no se cansa de admirar. Hace muchos años —me contaba él—,
había ido a San Nicolás de Bari con mi hermano Luis. Le dije al dueño de
la casa: "Debemos despedirnos; prometí a mi mujer que estaría allá a la
una, y el viaje no es nada corto"; el hombre me contestó: "Voy a darle un
consejo y a hacerle una observación. Nunca hable de hora de regreso; si
acaso agregue dos o tres más, así no habrá preocupaciones ni disgustos."
¿La observación? Pues que no está tan lejos: los caminos de ida parecen
más largos siempre que los de vuelta. |