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![]() Homenaje al poeta Entre el rock y el son, con voces infantiles Omar Vázquez y Sonia Sánchez La voz entera del son cantó para un poeta que fue en sí mismo son: Nicolás Guillén. Esto fue lo que descolló en los conciertos que por su centenario ofrecieron la Asociación Hermanos Saíz (La Piragua) y La Casa de la Música Habana EGREM.
Ello parece ser lo que movió a Oscar Morlote, su capaz director artístico, a reunir en el concierto Tráiganme todas las manos a jóvenes exponentes del rock, el rap y la nueva trova, porque definitivamente, como ejemplificaron con Santa María de las canciones y subrayó Ernesto Sosa, voces privilegiadas del rompedor, dispar e interesante dúo Postrova, Guillén es el son y de él nos nutrimos. Desde el santiaguero William Vivanco, que lo inició con su singular Cimarrón, Doble Filo y Elévense, el programa fue expresión de poesía plena, pasando por Paso Dirme, con La que pasé y I'm rastaman, influenciado por el reggae; atmósfera que subió en calor con Buena Fe y sus gustadas Como un espejismo, hasta Psicología; y Moneda Dura, que lo cerró, con sus actualizadas versiones de Ojalá, de Silvio y otros poetas actuales. El Homenaje del son, en la nueva Casa de la Música, fue eso: son puro, con espléndidos intérpretes, como la trovadora Marta Campos, Los Pinos Nuevos y Jóvenes Clásicos del Son. Y escuchando las acotaciones poéticas de Alden Knight y al sexteto que, liderado por el adelantado bajista y orquestador Ernesto Palma, uno no pudo sustraerse de recordar al Sonero Mayor, el Benny, que señoreó en este espacio de Galiano y Neptuno y a quien según Nicolás Guillén, "cuya voz suena como nunca, sin parar ni apagarse en el aire nuestro de cada día". ¡YAMBAMBÓ, YAMBAMBÉ! Domingo de soleada mañana y bullicio de decenas de niños. "¡Yambambó, yambambé! / Repica el congo solongo, / repica el negro bien negro;/congo solongo del Songo / baila yambó sobre un pie", resuenan los rítmicos versos de Canto negro, de Nicolás Guillén, declamados con respaldo de percusión por el joven dúo Lírica Antillana (Escuela de Música Guillermo Tomás, de Guanabacoa) en el Pabellón Cuba, de la capitalina Rampa. Concierto de cantorías El corazón del amigo, un singular tributo al Poeta Nacional en su centenario, organizado por el Instituto Cubano de la Música con la contribución de destacados especialistas y profesionales de la música coral. La intranquilidad de los pequeños espectadores que casi vencía a aquellos adultos que les acompañaban, quedó suspendida de pronto, cuando las notas de Arco iris musical, Las gallinas, La cucaracha y otros conocidos números surgieron de bien timbradas voces infantiles. Los coros Gisela Hernández, del Museo de la Música; el del Instituto Cubano de Radiodifusión (ICRT); y el Do Re Mi Fa, de La Lisa, recrearon la poética guilleniana y la cultura escaló otro peldaño de manos de nuestros cubanitos. |
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