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![]() Misión Médica en Honduras El caballero del quirófano Texto y fotos: JUANITA
PERDOMO LAREZADA DANLÍ, El Paraíso.- Tiene 16 años, pero acaba de nacer. Cuentan que Edilberto Flores llegó al mundo hace tres meses y, desde entonces, la posibilidad de realizarse como futbolista ha encontrado espacio en el limpio terreno de su imaginación. Pronto podrá patear una pelota, y mejor, reanudar sus estudios. El tumor fue extirpado. Ya Martha no llora cuando desde la vitrina observa la variedad de calzados, ni mira angustiada a sus amigas... Después de 21 años, lo consigue, su pie izquierdo mejoró.
Son dos resultados de las intervenciones quirúrgicas practicadas por el ortopeda Yamil Ramírez González, desde su llegada al hospital Gabriel Alvarado, de Danlí, localidad hondureña situada en el sector oriental del país, perteneciente al departamento de El Paraíso. "El primer paciente hacía cinco años tenía el diagnóstico, pero lamentablemente la familia no poseía los 40 ó 50 000 lempiras de la operación... Llevaba tiempo sufriendo en una silla de ruedas, hasta que un médico de la brigada, lo remitió a Ortopedia. "Ni un solo paso podía dar, producto de la masa tumoral de 14 centímetros que, localizada en la cadera izquierda, trastornaba su metabolismo, al punto de generarle desnutrición. Lo atacaba un dolor irresistible, y aun cuando el tumor era benigno, se convertía aceleradamente en agresivo. El 22 de marzo sus sufrimientos terminaron, la evolución es satisfactoria... Imagínese cómo reaccionó mi paciente, después de tanto tiempo sin caminar."
El joven holguinero relata que el caso de Martha resulta patología frecuente en Honduras. "Nació con un pie varo equino, o sea rotado totalmente hacia adentro. Durante veinte años vivió acomplejada y sin tratamiento alguno: ni yesos correctores, ni aparatos. Se le corrigió la deformación y aunque es natural que el pie quede más chiquito, camina con menos dificultades, y hasta zapatos puede usar, algo que en su vida no había logrado...". Por ser el único ortopeda de la institución hospitalaria de Danlí extiende su jornada laboral hasta las ocho, nueve o diez de la noche. Lo visité justo en su día más extenuante. Los intermedios entre cirugías devinieron cómplices del diálogo. "Los viernes tengo salón a tiempo completo. Suelo realizar de ocho a diez operaciones, bastante para una sola persona, porque el cansancio puede asomar y entonces las cosas no resultarían como uno espera, pero siempre me esmero, porque los pacientes confían en que saldrán bien, y a ellos no se les puede fallar". Al principio, solo le concedían al especialista holguinero dos salones en el mes. Ese tiempo quedó atrás. La actividad quirúrgica registra un incremento inusitado, al extremo de que en los últimos seis meses ha realizado 100 operaciones mayores y 60 menores, a pesar de la falta de instrumentales, a lo que ha antepuesto competencia profesional y pericia, según criterios del coordinador regional de Danlí, el doctor Horalio García González. Aunque en 1975 fue construido el Gabriel Alvarado, solo ahora dispone de servicios ortopédicos. "Gracias a Cuba tenemos esta suerte. Fui alumna de galenos cubanos, y mi orgullo se duplica al integrar el equipo del doctor Yamil. Lo he visto inventar hasta destornilladores para resolver problemas de carencias de piezas. Pasa ratos y ratos estudiando los casos, con un esmero tremendo...", asegura la anestesista Noemí Mejía. "Le decimos el caballero del quirófano, por la amabilidad y cariño profesados a pacientes y trabajadores". Dedicado al estudio de la parálisis cerebral infantil, con 24 exitosas operaciones efectuadas en el hospital general docente Mártires de Mayarí, en la provincia de Holguín, el joven ortopeda introdujo en estos predios lo que se considera una revolución en los servicios de Salud de Honduras: la medicina natural y tradicional, mediante el uso de la terapia neural, método que recurre a un anestésico local preparado por él, incluye dextrosa y lidocaína. Se aplica en el sistema neurovegetativo, para lograr una infiltración de la membrana, y eficaz alivio de múltiples dolencias. La aceptación de la técnica ha sido tal, que desde varios puntos del país llegan hondureños a la consulta de Yamil. El procedimiento lo han recibido cerca de 80 pacientes, entre los cuales se halla Anselmo, un joven de 25 años. Luego de ser intervenido por una lesión profunda, continuaba con dolores; le habían dicho que la amputación del pie derecho era el diagnóstico conclusivo. Fue suficiente una sola sesión de terapia neural, para poner fin a sus angustias. Diez de la noche. Yamil empieza a despojarse de la vestimenta, bata, gorro..., cuando cree haber terminado, una emergencia. "¡Doctor, la sierra acabó con sus dedos!". Entran al paciente... Todo de nuevo. Yamil opera escuchando música. Entre el instrumental de Vitier y el ajetreo quirúrgico, se escucha la voz : "Dicen que usted es muy bueno, rezaré para agradecerle a Cuba a partir de hoy". |
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