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El Caribe de Lam y Guillén
en la Fiesta Luis Suardíaz SANTIAGO DE CUBA.— Desde la Calle Heredia, y el Parque Céspedes hacia los más diversos escenarios populares, la música y la danza estremecieron desde la noche del miércoles a la ciudad de Santiago de Cuba que literalmente se volcó en las calles, tomó parques y plazas, llenó las salas y teatros. Ya antes, de consuno con la inauguración oficial, ocasión en que Joel James, director de la casa anfitriona, trazó el perfil del Caribe donde se funden lenguas, cultos, hechos históricos que nos otorgan una rica complejidad, surgían las peñas y sus trovadores, y una tarde folclórica se desarrollaba en sitios como el Museo del Carnaval; en la noche, rajada de puro calor, grupos como Petit Dancé se estrenaba en Los Hoyos y Sarabanda Mayombe en el Tivolí, y en la Casa del Caribe dominaban los artistas de Curazao... Alma Folklórica de Aruba, Dimension Dance Theater de Estados Unidos y la Ebony Steel Orqhestra, de San Martín en los Jardines del ICAP. El Festival, que destacó especialmente los centenarios de Nicolás Guillen y Wilfredo Lam, inició el jueves los coloquios y talleres. En el de poesía no solo hubo ponencias y lecturas de poemas con Guillén como figura central pues el Orfeón de Santiago, apenas llegado de España, cantó poemas musicalizados de Fayad Jamís, Nancy Morejón y, desde luego, del autor de Motivos de son, cuyo director Electo Silva, recordó los elogios que Nicolás tributara a la destacada agrupación coral y se sintió feliz de que el poeta lo llamara su cómplice. Sin que se apaguen los sones, rumbas, calypsos y sin que descansen los tambores o decaigan las canciones de amor, el Coloquio continúa con temas tales como migraciones y sincretismos, el Caribe insular, la Ruta del Esclavo como parte del gran diálogo Historia y cultura del Caribe que terminará el domingo con la entrega del Premio Internacional Casa del Caribe. Ayer se le confirió la Placa José María Heredia al destacado intelectual Panameño Ricardo Segura. |
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