Gala para un Rey

Omar Vázquez

Entre las virtudes de Rey Montesinos está la de orquestar con talento y sentido del equilibrio en todos los aspectos, sean estilísticos o armónicos. Lo viene demostrando desde hace décadas, por lo que su nombre ha trascendido nuestras fronteras, unido a su condición de director, productor discográfico, instrumentista y compositor.

Estos y otros merecimientos propiciaron que le dedicaran a Montesinos la gala Con amor, con mucho amor —justo título para quien lo ha brindado con su apoyo a artistas de toda especie—, en el Festival Internacional Boleros de Oro (Teatro América), en ocasión de su aniversario 40 de vida artística.

Montesinos (Pinar del Río, 23 de agosto de 1944), estudió en la Escuela Municipal, donde recibió clases de guitarra del trovador Che Tejera y de solfeo de René Pérez. En un meritorio proceso de superación, recibió las orientaciones de Diez Nieto, Federico Smith, Italo Besa, Adolfo Guzmán, Félix Guerrero, Jesús Ortega y Armando Romeu, entre otros maestros. Fue guitarrista de Elena y Ela, entre otras figuras.

Su condición de autor fue resaltada desde el inicio del programa, con la interpretación de Leo Montesinos, de Piel a piel (letra de Helio Orovio); de la colombiana Marcela, con Primer día de sol, letra de la intérprete y música de Rey, entre otras, en una gala en la cual el japonés Rico Fukumura ofreció sorprendentes versiones de Vereda tropical, de Gonzalo Curiel, y Escándalo, de Rafael Cárdenas—Rubén Fuentes. Llamativas, por cantarlas en perfecto español y gran sentido del ritmo.