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08/06/2002
Portada de hoy

Regresa el terrorismo a la gran pantalla norteamericana

El árbol de la fortuna

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT

Contra todos los pronósticos, el filme The Sum of All Fears desplazó de los primeros lugares de la taquilla norteamericana a pesos pesados de la talla de El hombre araña y El ataque de los clones, segunda parte de La guerra de las galaxias.

La noticia pudiera ser una más de la clásica riña taquillera que semana tras semana hacen contender a las diferentes compañías cinematográficas. Pero detrás del hecho parece revelarse una incógnita que desde el 11 de septiembre pasado le mantenía la respiración entrecortada a no pocas casas productoras de Hollywood:

¿Estaba dispuesto el espectador norteamericano a seguir recibiendo filmes sobre infortunios terroristas, luego de ver caer las Torres Gemelas de Nueva York sin que ninguno de aquellos héroes del celuloide encontraran un émulo digno en la realidad capaz de evitar la catástrofe?

En un primer momento, las cintas sobre el tema que ya estaban concluidas o en proceso de posproducción fueron aguantadas y cuando dos o tres meses más tarde se arriesgaron en la pantalla se convirtieron en rotundos fracasos.

Los psicólogos, sociólogos y otros especialistas hablaron entonces de "sensibilidad herida" y de una necesidad —demostrada en el conteo de las taquillas— de regresar a un cine de divertida evasión.

Tras el chasco de aquellas aventuradas en probar suerte, otras cintas sobre ataques terroristas que se terminaban de filmar por aquel 11 de septiembre amparadas en un altísimo presupuesto, aplicaron el freno para su estreno, en una espera que para unos cuantos podía terminar en ruina.

Entre ellas se encontraba The Sum of All Fears, recaudadora ahora de 31,2 millones de dólares solo en este último fin de semana. Un triunfo que se hace más significativo por cuanto la casi totalidad de la crítica estadounidense le pronosticó un naufragio absoluto debido al tema que trata: Las maniobras del agente de la CIA Jack Ryan (surgido de la pluma de Tom Clancy) para impedir un ataque terrorista árabe, que con la intención de provocar la Tercera Guerra Mundial pretende estallar una bomba atómica en los Estados Unidos durante la celebración de la Super Bowl.

¿Qué ha sucedido para que dos filmes de la pegada de El hombre araña y la segunda entrega de La guerra de las galaxias sucumban ante The Sum of All Fears? ¿Cómo es posible que en tan poco tiempo haya cambiado la escala de valores de un público que hasta ayer no quería saber nada de películas sobre terroristas ni de violencias extremas?

Sin rebuscamientos ni profundos planteos teóricos, Mace Neufold, productor de este largometraje de la Paramount, puso el dedo en la llaga al considerar la causa principal: "El clima de tensión que se respira en la vida política contemporánea solo aumentó el interés del público por una historia de ficción centrada en la amenaza nuclear en la que vive el mundo".

El 31 de mayo pasado, antes de estrenarse el filme y sin referirse en ningún momento a él, el intelectual norteamericano Noam Chomsky le declaraba a Michael Albert para la ATTAC argentina: "De manera particularmente cruda y vulgar, la Administración ha explotado el miedo y la angustia de la población para imponer una amplia panoplia de medidas difíciles de tragar, que en otras circunstancias se hubieran enfrentado a la oposición popular".

Un miedo y una angustia por "lo que vendrá" acrecentados en las últimas semanas y que en sus métodos propagandísticos traen a la memoria los tiempos más burdos de la Guerra Fría. Terreno fértil en el que, como recuerda la historia del cine, las "películas oportunas" han visto crecer su árbol de la fortuna.

Por lo pronto, los productores de otros filmes que como The Sum of All Fears habían sido congelados en espera de mejores tiempos, no han ocultado su entusiasmo por el reciente triunfo millonario y anuncian ya próximos estrenos.

 

08/06/2002

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