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Gracias, Maestro, por sus enseñanzas Discurso de Yanela León Leyva , alumna de la Escuela Militar Vocacional Camilo Cienfuegos Un Aniversario es siempre oportunidad para la reflexión, máxime, cuando lo que se conmemora encarna en sí como razón de ser, el servicio a una causa noble y necesaria. Es importante tener presentes en este histórico momento las palabras de nuestro Comandante en Jefe cuando expresó: "Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas, de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos. Hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a dar su sangre y su vida, para que él siga viviendo en el alma de la Patria". Hermanos de todo el mundo: Cubanos: Estamos aquí en el lugar donde descansan los restos del Apóstol de la independencia cubana, aunque para nosotros no estás muerto, porque "la muerte es mentira, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida". Estamos junto a él, aquel cubano que en todos los momentos de su vida demostró ser un revolucionario de cuerpo entero, el gran poeta, orador, ideólogo organizador de la Guerra Necesaria y combatiente, el hombre que quiso ser y fue, el servidor más apasionado que pueden tener los hombres. La juventud aguerrida de hoy mantiene presentes sus principios, vigentes en nuestra diaria Batalla de Ideas, en la que ponemos de manifiesto sus enseñanzas y su ejemplo, teniendo la plena conciencia de que ser cubano, es ser martiano, y ser martiano es interiorizar, asumir, encarnar, poner en práctica por convicción íntima el ideario de nuestro Héroe Nacional. Martí estaba convencido de que los continuadores de su obra estaríamos junto a él y a los demás héroes de la Patria cumpliendo con Fidel las tareas que la Patria nos reclama. Ahora en el siglo XXI el Maestro nos ayudará a rescatar el sentido de justicia universal, sí, y a fortalecer las fibras patrióticas en Cuba, ahondando en su pensamiento, en su concepción filosófica, analizando los acontecimientos actuales a la luz de sus ideas y teniendo siempre como paradigma su humanismo, su dignidad y sentido de justicia. Valores que demuestran nuestros cinco compatriotas que se encuentran prisioneros en las garras del imperio que, inspirados en la levadura virtuosa que constituye Martí, han superado los innumerables atropellos a los que han sido sometidos. Es por ello que no debemos cejar en reclamar la libertad de estos hermanos y exijamos con más fuerzas que nunca el retorno de estos jóvenes luchadores por la paz y la humanidad, que constituye sin duda, la expresión más alta en nuestros días de la utilidad de la virtud. Gracias, Maestro, por sus enseñanzas, por ayudarnos a ser lo que hoy somos, hombres y mujeres de bien, fieles a nuestra bandera, a nuestro Comandante y nuestra Revolución. Este lugar sagrado de la Patria será como siempre custodiado celosamente por las presentes y futuras generaciones de cubanos esta vez en servicio de Guardia de Honor permanente, como permanente es la obra martiana: La Revolución, por la que estamos dispuestos a ofrecer nuestras propias vidas, porque cuando se muere en brazos de la Patria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe, empieza al fin con el morir la vida.
¡Gloria eterna a nuestro Héroe Nacional José Martí! |
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