WASHINGTON, 21 de mayo.—El secretario de Justicia, John Ashcroft, y el director del FBI, Robert Mueller, no informaron al presidente George W. Bush, poco después del 11 de septiembre, de que un documento previo de la policía federal contenía alertas sobre la presencia en EE.UU. de seguidores de Osama bin Laden, subraya EFE en un despacho fechado en esta capital.

Según asegura hoy el diario The New York Times, Mueller y Ashcroft conocieron ese informe poco después de los atentados terroristas, pero no informaron hasta hace poco al Presidente y a su Consejo de Seguridad Nacional, y tampoco se lo comunicaron al Congreso.

La Casa Blanca salió hoy al paso de las nuevas revelaciones, señaló que Bush sólo se enteró del documento recientemente y aseguró que apoya el trabajo que realiza el Director de la Oficina Federal de Investigación (FBI).

El informe, realizado por un agente del FBI en Phoenix (Arizona) el pasado 10 de julio, señalaba que hombres de Oriente Medio y con posibles lazos con la red terrorista Al Qaida estudiaban en escuelas de vuelo de Estados Unidos.

Además, un mes antes de los ataques terroristas de septiembre, Bush fue informado por la CIA de que Al Qaida planeaba secuestrar aviones comerciales, aunque el informe no hacía referencia a la posibilidad de atentados suicidas.

La divulgación de esa noticia causó un serio revuelo político en este país, que posiblemente se verá incrementado con la información que hoy publica The New York Times.

En los últimos días, destacados representantes del Gobierno estadounidense han defendido la falta de actuación del Ejecutivo frente a unos avisos que han calificado de ambiguos, al tiempo que han reconocido que es bastante probable que vuelvan a producirse atentados terroristas en este país.

Fuentes del Gobierno dijeron al diario neoyorquino que Mueller y Ashcroft fueron informados sobre el memorando del FBI poco después de los atentados del 11 de septiembre.